Keke Palmer, actriz y cantante estadounidense, recientemente compartió una experiencia perturbadora que vivió cuando tenía solo 12 años. En ese momento, estaba filmando la película de Disney "Jump In!" y se sintió incómoda con una escena en la que tenía que besar a su coestrella, Corbin Bleu, quien tenía 17 años en ese momento.
Según Keke, cuando expresó sus inquietudes a su agente, recibió una respuesta que la dejó perpleja. "No sé qué hacer con eso", dijo Keke, "es como si... creo que hay algo extraño que sucede con los entretenedores infantiles, donde tenemos que disociarnos literalmente tanto como un adulto en un lugar de trabajo de maneras que no son normales o comunes".
Keke también expresó su deseo de que hubiera más terapia para los entretenedores infantiles en el set, para ayudarlos a manejar las presiones y las expectativas que vienen con la fama a una edad temprana. Esta experiencia ha llevado a Keke a reflexionar sobre la importancia de la salud mental en la industria del entretenimiento, especialmente para aquellos que comienzan su carrera a una edad temprana.
La experiencia de Keke Palmer es un recordatorio de que, a pesar de la fama y el éxito, los jóvenes artistas todavía son vulnerables y necesitan apoyo y protección. Es importante que la industria del entretenimiento priorice la salud mental y el bienestar de sus jóvenes talentos, para asegurarse de que puedan prosperar en un entorno saludable y seguro.