Sin embargo, antes de convertirse en el artista que conocemos hoy, Syntek tuvo una experiencia única que lo llevó a conocer a una de las actrices más icónicas de México: Sara García.
Según Syntek, su primer encuentro con el mundo de la actuación se produjo de manera fortuita. Un amigo de la infancia lo invitó a su casa, y después de una tarde de juegos y refrigerios, la madre de su amigo le sugirió a su propia madre que inscribiera a Aleks en un casting. La madre de su amigo tenía una castinera y creía que el pequeño Aleks tenía el perfil perfecto para aparecer en un comercial.
La historia se vuelve aún más interesante cuando Syntek revela que su primer papel fue en un comercial para el Chocolate Abuelita, junto a la propia Sara García. "Le dice a mi mamá: '-Lleva a tu hijo a un casting, porque necesitan a un chavo como él'", recordó Syntek. "Y yo (dije): '-Sí, mamá, quiero salir en la tele'", agregó.
La grabación del comercial se llevó a cabo en la casa de Sara García, lo que permitió a Syntek conocerla de cerca. Sin embargo, su impresión de la actriz cambió por completo cuando descubrió que, a diferencia de su imagen en las películas, Sara García era una persona con un carácter difícil y malhumorada. "Imagínate yo de niño, que la veía en todas las películas de Pedro Infante, Jorge Negrete, Joaquín Pardavé, y la señora era malhumorada, muy enojona", confió Syntek.
Pero lo que realmente sorprendió a Syntek fue descubrir que Sara García tenía una pareja, una mujer con la que estaba casada. Esta revelación lo llevó a reflexionar sobre la vida y las experiencias de las personas que admiramos, y cómo a menudo hay más detrás de la imagen que presentan en público.
En resumen, la historia de Aleks Syntek y su encuentro con Sara García es un recordatorio de que la vida es llena de sorpresas y que a menudo hay más detrás de la imagen que presentan las personas en público. La sinceridad y la autenticidad de Syntek nos permiten conocerlo de manera más profunda y apreciar su talento y su experiencia en la industria musical.