Su relación, confirmada por fuentes cercanas a la pareja, ha pasado de encuentros discretos a apariciones más públicas, generando un revuelo considerable entre sus seguidores.
Los avistamientos comenzaron con una cena en Londres, luego paseos de la mano, y culminaron con la asistencia a eventos importantes. Paul Mescal estuvo presente en el concierto de Gracie Abrams en el Radio City Music Hall de Nueva York, donde se le vio disfrutando al ritmo de su música; mientras que Abrams asistió al estreno de "Gladiator II" en Los Ángeles. Un gesto que demuestra el apoyo mutuo en sus respectivas carreras.
“Ellos son el verdadero negocio. Están en la cima de sus carreras y siempre están en comunicación,” reveló una fuente cercana a la pareja a la revista PEOPLE, añadiendo que planean unas vacaciones juntos en el año nuevo. Incluso, fueron vistos de la mano tras sus debuts en Saturday Night Live, un momento capturado en un video de TikTok que rápidamente se volvió viral.
A pesar de la creciente atención mediática, Abrams mantiene una postura firme: “Eso no tiene nada que ver conmigo. No me afecta,” declaró en una entrevista para NYLON. Una respuesta que refleja la serenidad con la que la pareja afronta la presión de la fama.
Por su parte, Mescal, en una entrevista anterior con GQ, expresó su deseo de mantener su vida privada alejada del escrutinio público. Él mismo ha reconocido la dificultad de navegar en este mundo, pero ha dejado claro la importancia de proteger su intimidad. Una postura comprensible considerando la intensa especulación que ha rodeado su vida personal a lo largo de los años.
La pareja, ambos con trayectorias brillantes en sus respectivas industrias, demuestra que el amor puede florecer incluso bajo la intensa luz de los reflectores, manejando la situación con madurez y discreción. Su historia de amor, aún en desarrollo, es un ejemplo interesante de cómo la privacidad puede ser un pilar fundamental en una relación, especialmente en el contexto de la vorágine del mundo del entretenimiento.