Pero hay un caso que, más allá del sensacionalismo, nos deja entrever una perspectiva diferente: la relación entre Chris Martin, el vocalista de Coldplay, y la actriz Dakota Johnson. Recientemente, una entrevista del cantante a la revista Rolling Stone ha generado revuelo.
En la publicación, Martin, de 47 años, menciona a Dakota, de 35, entre sus "mejores amigos". La lista incluía a sus compañeros de banda, Phil Harvey, Jonny Buckland, Will Champion y Guy Berryman, además de su manager y, como es natural, a sus hijos, Apple (20) y Moses (18), fruto de su matrimonio con Gwyneth Paltrow, del que se separó en 2015 tras un mediático "desacople consciente".
Aunque la publicación indica que el artista evitó hablar a fondo sobre su relación con Johnson, alegando que no es una historia que le corresponda contar, sí reveló un detalle significativo: hace unos días, ambos escucharon juntos el álbum Golden Hour de Kacey Musgraves.
Este detalle, aparentemente pequeño, adquiere relevancia si consideramos que la pareja, unida desde 2017, ha mantenido siempre un perfil bajo. Su primera aparición pública fue en enero de 2018 en un evento de Stella McCartney. Incluso, en 2021, durante un concierto, Martin le dedicó la canción "My Universe" a Dakota, afirmado: "Esto es sobre mi universo, y ella está aquí".
La discreción de la pareja contrasta con la insistencia de los medios en desentrañar su situación sentimental. En marzo pasado, Johnson declaró a la revista Bustle su admiración por Martin: "Amo verlo. Podría verlo todos los días. No sé cómo explicarlo... Estoy viendo a mi ser más favorito hacer lo que más le gusta". Un mes después, una fuente cercana a la pareja desmintió los rumores de ruptura asegurando que "estaban felices juntos", afirmando que aunque habían enfrentado dificultades y tomado descansos, en aquel momento todo marchaba bien. El equilibrio entre sus exitosas carreras parecía ser el principal reto en su relación.
La mención de Dakota Johnson entre sus mejores amigos por parte de Chris Martin, lejos de aclarar o confirmar, añade una nueva capa a la compleja narrativa de su relación, dejando a la especulación pública un escenario abierto a múltiples interpretaciones.