En una entrevista reciente para Rolling Stone, el vocalista de 47 años, Chris Martin, reflexiona sobre la trayectoria de la banda y la inevitable oleada de críticas que los ha acompañado. No se trata de una queja, sino de una observación franca y casi filosófica sobre su lugar en la industria musical.
“Somos un blanco fácil, un blanco seguro. No vamos a responder”, afirma Martin, reconociendo la posición privilegiada –y a veces criticada– que ocupan como banda internacionalmente exitosa. "Somos cuatro hombres blancos, de clase media, de Inglaterra. Merecemos que nos critiquen por lo que nuestra gente ha hecho. Hay una razón por la que podemos tocar en todo el mundo, y parte de ella no es necesariamente muy saludable."
Pero, ¿qué hay detrás de estas palabras? La crítica, para Martin, no es algo a evitar, sino a comprender. Recordemos el duro golpe que significó la crítica de The New York Times en 2005, que calificó a Coldplay como "la banda más insufrible de la década". Sin embargo, lejos de desanimarse, Martin lo vio como un combustible para mejorar, un reto para la evolución de su música.
De hecho, el éxito posterior con álbumes como Viva la Vida or Death and All His Friends, ganador del Grammy al Mejor Álbum de Rock en 2008, y su más reciente producción Moon Music, que encabezó las listas de Billboard, habla por sí solo. La capacidad de Coldplay para superar la adversidad, transformando las críticas en impulso creativo, es notable.
La entrevista también revela detalles sobre el futuro de la banda. Martin anuncia la producción de solo dos álbumes más: un musical animado y un último disco simplemente titulado “Coldplay”, cuya portada, según él, "la conoce desde 1999", una imagen tomada por el mismo fotógrafo de su primer EP.
Más allá del éxito colosal y la inevitable polémica, la historia de Coldplay sigue escribiéndose, con una sinceridad y honestidad que pocos artistas se atreven a mostrar. Una historia llena de éxitos rotundos, de críticas incisivas y, sobre todo, de una constante búsqueda de evolución.