Hablamos de Nickel Boys y The Brutalist, dos cintas ambiciosas dirigidas por talentos excepcionales. Nickel Boys, basada en la novela ganadora del Premio Pulitzer de Colson Whitehead, nos transporta a la Florida de los años 60. La historia sigue a Elwood (Ethan Herisse), un adolescente aplicado que termina en la Academia Nickel, una escuela reformatoria.
Ahí conoce a Turner (Brandon Wilson), y juntos enfrentan la opresión y el terror de la vida en Nickel, inspirada en la real Dozier School for Boys, donde se registraron abusos, torturas e incluso asesinatos. La dirección de RaMell Ross, quien debutó con el documental Hale County This Morning, This Evening, es innovadora. Junto a su director de fotografía, Jomo Fray, Ross opta por una perspectiva en primera persona, sumergiendo al espectador en la mente de Elwood y Turner, creando una conexión emocional profunda.
Por otro lado, The Brutalist, aunque visualmente impactante como Nickel Boys, adopta un estilo más clásico. Adrien Brody ofrece una actuación magistral como László Tóth, un arquitecto sobreviviente del Holocausto que llega a Nueva York en 1947. Su lucha contra la adicción y su búsqueda de redención, mientras trabaja en un ambicioso proyecto con el magnate Harrison Lee Van Buren (Guy Pearce), lo confrontan con las complejidades de la asimilación cultural y el antisemitismo en la posguerra estadounidense. La presencia de Felicity Jones como Erzsébet, la esposa de László, añade otra capa de complejidad emocional.
Dirigida por Brady Corbet, The Brutalist, con sus tres horas y 35 minutos de duración (incluyendo un intermedio de 15 minutos), explora temas como el desequilibrio de poder entre artistas y mecenas, y el rol crucial de la inmigración en el auge económico posterior a la Segunda Guerra Mundial. La película, aunque con algunos puntos discutibles en su trama, demuestra la audacia y la maestría de un director que a sus 36 años ya ha dejado una huella significativa en el cine.
Ambas películas, a pesar de sus diferencias estilísticas, comparten un compromiso con la narración profunda y la exploración de temas relevantes, ofreciendo una experiencia cinematográfica memorable.