Recientemente, se ha destapado una demanda por acoso sexual y difamación, un caso que involucra a Blake Lively y Justin Baldoni, quienes compartieron créditos en la película It Ends With Us, adaptación cinematográfica de la exitosa novela de Colleen Hoover. La película, estrenada el verano pasado y que recaudó más de 350 millones de dólares a nivel mundial, ahora es el centro de un escándalo.
Según documentos legales obtenidos por TMZ, Lively acusa a Baldoni, quien también dirigió la cinta, de acoso sexual durante el rodaje. La demanda detalla una serie de incidentes que, según la actriz, crearon un ambiente de trabajo hostil. Entre las acusaciones, se menciona la exhibición de material explícito, comentarios inapropiados sobre su peso, referencias a su difunto padre y discusiones explícitas sobre la vida sexual de Baldoni delante de ella.
La situación se agravó, según la demanda, con una reunión donde Lively y su esposo, Ryan Reynolds, exigieron al equipo de producción el cese de este tipo de comportamientos. Específicamente, solicitaron:
- Fin de la exhibición de videos o imágenes de mujeres desnudas.
- No más referencias a la supuesta adicción a la pornografía de Baldoni.
- Eliminación de comentarios sobre conquistas sexuales.
- No hacer más preguntas sobre su peso.
- No mencionar a su padre fallecido.
- No agregar escenas de sexo, sexo oral o climax en cámara fuera del guion original.
La actriz alega que, tras el estreno, Baldoni orquestó una campaña de difamación para dañar su reputación, presentando a Lively como una "diva" difícil. Esto, según la demanda, le generó pérdidas económicas y un severo estrés emocional a su familia. Como prueba, se incluyen mensajes de texto entre el publicista de Baldoni y el publicista del estudio, donde se sugiere "enterrar" la imagen de Lively.
Por su parte, el abogado de Baldoni, Bryan Freedman, ha calificado las acusaciones como "falsas, escandalosas e intencionadamente sensacionalistas", afirmando que Lively fue una "pesadilla" en el set y que las demandas de la actriz generaron múltiples amenazas que obligaron a su cliente a contratar a un gestor de crisis. Freedman argumenta que la reputación negativa de Lively es resultado de sus propias acciones durante la promoción de la película.
El conflicto entre ambas partes, inicialmente alimentado por rumores de una rivalidad, impulsó de forma irónica el interés público en It Ends With Us, contribuyendo a su éxito en taquilla. La narrativa de esta batalla legal, sin embargo, apenas comienza a desarrollarse.