El miércoles pasado, en Los Ángeles, la tranquilidad de la residencia de Michael B. Jordan se vio interrumpida. Según reportes de TMZ, un hombre no identificado ingresó a la propiedad. No se trató de una simple infracción, sino de una situación que involucró a las autoridades y un giro inesperado en la narrativa.
La seguridad de la estrella de "Black Panther" actuó rápidamente, contactando al Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD). El intruso, al ser interrogado por la policía, aseguró falsamente ser parte del equipo de seguridad de Jordan. Este detalle, aparentemente menor, es crucial para entender la gravedad de la situación.
El LAPD, tras recopilar la información del individuo, lo dejó en libertad. Inicialmente, el equipo de Jordan decidió no presentar cargos. Sin embargo, posteriormente cambiaron de opinión, lo que llevó a la presentación de una denuncia formal por allanamiento de propiedad.
Este incidente ocurre poco más de un año después de otro evento que involucró al actor y a la policía: un accidente automovilístico con su Ferrari. En aquella ocasión, aunque se investigó la posibilidad de conducir bajo los efectos del alcohol, no se presentaron cargos contra Jordan. Un vocero anónimo declaró al Daily Mail que el actor se sintió "avergonzado" por el incidente, describiéndolo como un accidente accidental con el acelerador.
Mientras tanto, Jordan continúa con sus actividades profesionales, promocionando su próxima película, "Sinners", en redes sociales. La reacción pública a estos sucesos ha sido variada, destacando la importancia de respetar la privacidad de las figuras públicas, independientemente de su estatus.
Se espera que las autoridades continúen con las investigaciones correspondientes, aclarando completamente los hechos y las circunstancias que rodearon este curioso incidente en la vida del aclamado actor.