Este es el caso de una historia que, aunque involucra a una estrella de Hollywood, resuena con la experiencia de miles de mujeres mexicanas.
Nicole Eggert, la actriz recordada por su papel en "Baywatch", fue diagnosticada en diciembre de 2023 con cáncer de mama cribriforme de estadio 2. A sus 52 años, la experiencia la llevó a reflexionar sobre las señales que inicialmente ignoró, atribuyéndolas a la menopausia.
“Me hacía mis mamografías y ecografías anuales. Tengo tejido mamario denso, así que hacía lo que se supone que debía hacer,” explicó Eggert a Fox News Digital. Sin embargo, el diagnóstico reveló una realidad diferente. Uno de los primeros indicios fue un cambio en la talla de su sostén: “Mi sostén se movía y quedaba un poco torcido por mucho tiempo. Lo atribuí a que el tejido mamario crece y cambia, y que los senos se mueven por la gravedad. Pero en realidad, el tumor estaba ocupando más espacio.”
Otro síntoma significativo fue un aumento de peso inexplicable: “Estaba en mi peso ideal y me sentía bien. De repente, sin importar lo que hiciera, subí de peso. Resultó ser el estrógeno.” El cáncer cribriforme, según la Clínica Cleveland, es en muchos casos receptor de estrógenos positivo, lo que significa que las altas concentraciones de esta hormona favorecen el crecimiento y la propagación del cáncer.
Finalmente, un dolor punzante en el seno la llevó a practicarse un autoexamen: “Sentí palpitaciones en esa área, y al hacer el autoexamen encontré el tumor. Fue un momento de: ‘¿Cómo no me di cuenta antes?’”
La experiencia de Eggert destaca la importancia crucial del autoexamen regular. Estudios del NIH indican que aproximadamente el 25% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama lo detectaron a través de este método. “No me hacía autoexámenes. Quiero enfatizar a mujeres y hombres la importancia de hacerlo. Conozcan sus cuerpos. Si lo hubiera hecho, lo habría encontrado mucho antes.”
Tras el diagnóstico, Eggert se sometió a una mastectomía, quimioterapia y recientemente inició radioterapia. En un video de Instagram compartió la experiencia de los tatuajes que le hicieron para la radiación: “¡Me hicieron tatuajes! Son solo puntos, pero cada paso de este proceso te lo recuerda constantemente.”
Su lucha continúa, con una segunda mastectomía y reconstrucción mamaria planeadas, seguidas de histerectomía u hormonoterapia. A pesar de las dificultades físicas y emocionales, Eggert destaca la importancia del conocimiento y el apoyo familiar: “Mi amor por mis hijas me ha mantenido. No quiero verlas sufrir.” Su hija menor, Keegan, de 12 años, se ha mantenido positiva ante la situación, dándole fuerza a su madre en un momento tan complejo. La historia de Eggert, aunque es personal, sirve como un recordatorio importante de la necesidad de la prevención y la atención temprana.