El creador de contenido, AJ Porter, le planteó una pregunta aparentemente sencilla: "¿Cuál es una tendencia de moda de la que te arrepientes?". La respuesta de Rihanna, aunque inicialmente fue una divertida exclamación de “¡Dios mío! ¿Por qué tienes que sacar a relucir cosas viejas?”, dio paso a una confesión.
La confesión se centró en sus inicios, en la época de los 2000s. "Cuando empecé y usaba jeans anchos con la ropa interior a la vista… ¿qué diablos estaba pensando, hermano?", admitió la cantante. Esta imagen, lejos de la sofisticada Rihanna que conocemos hoy, es un recordatorio de la evolución estilística de una de las mayores íconos de la moda.
Sin embargo, la autocrítica no se extendió a todo su pasado. Cuando Porter mencionó el controvertido emparejamiento de pantalones deportivos con tacones altos, Rihanna se defendió con firmeza: "¡Ni de broma! Nunca me arrepentiría de eso, especialmente ahora como madre. Un tacón es lo mejor que puedo hacer por mis malditos pijamas". Una declaración que refleja su actual enfoque en la comodidad y la maternidad.
El video también ofreció un vistazo a su estilo actual, al cual calificó con un 10 sobre 10. Su atuendo, descrito como "con un toque vintage de Christian Dior", incluía una chaqueta de gamuza marrón claro, pantalones negros Saint Laurent, un bolso Gucci de piel sintética marrón y botas puntiagudas de piel de serpiente. Una imagen que contrasta significativamente con sus looks del pasado.
Para finalizar la entrevista, Rihanna también compartió sus cinco prendas de vestir imprescindibles: una gorra de los New York Yankees, jeans anchos, jeans ajustados vintage, el bolso Speedy Monogram de Louis Vuitton y, por supuesto, la ropa interior de Savage X Fenty. Una lista que equilibra lo clásico con lo moderno, lo casual con lo lujoso, y refleja su propia personalidad camaleónica.
A pesar de sus confesiones, el video finaliza sin un juicio sobre el pasado o un mensaje concluyente, dejando al espectador la tarea de reflexionar sobre la evolución estilística de esta figura icónica y la natural aceptación de la propia historia.