Incluso los interiores fueron grabados en Los Ángeles, meses después de las escenas exteriores.
Pero esta no es la única inconsistencia. La logística del intercambio de casas entre Amanda (Cameron Diaz) y Iris (Kate Winslet) resulta, cuanto menos, improbable. Ambas tienen trabajos de tiempo completo – Amanda, editora de trailers de cine, e Iris, periodista en The Telegraph – y logran organizar un viaje internacional y un intercambio de viviendas en menos de 24 horas. A esto se suma la falta de investigación sobre las personas con las que intercambiarán sus hogares; una omisión considerable en la era de internet.
Las dificultades no terminan ahí. El frenético viaje de Amanda para reunirse con Graham al final de la película, que implicó correr varios kilómetros con tacones altos, "tomó una semana de rodaje y mucho dolor", según confesó Cameron Diaz a Vulture.
Otras inconsistencias incluyen:
- La nieve: Aunque hubo algunas nevadas leves durante el rodaje, la mayoría de la nieve en la película era artificial.
- El cronograma: La película implica que el intercambio de casas comienza el 23 de diciembre, dejando poco tiempo para los eventos clave, como la cita de Amanda con Graham en Nochebuena o Navidad.
- Los celulares de las hijas de Graham: Resulta extraño que en 2006, las hijas de Graham, de cinco y siete años, tuvieran teléfonos celulares, un detalle que la película no termina de resolver.
- La conducción de Amanda: Sus dificultades para adaptarse a la conducción por el lado izquierdo de la carretera y su comportamiento irresponsable al beber alcohol mientras conduce generan dudas sobre su seguridad y el respeto a las leyes de tránsito.