Pero, ¿te has preguntado alguna vez sobre la verdadera historia detrás de la figura icónica que lo llena todo con regalos? Más allá del traje rojo y la barba blanca, hay una historia milenaria que pocos conocen en detalle.
La imagen del jovial Santa Claus que todos conocemos es, en realidad, el resultado de una evolución fascinante. Su origen se encuentra en San Nicolás, un obispo griego del siglo IV, cuya vida, lejos de la festividad navideña, estuvo marcada por la persecución religiosa bajo el emperador Diocleciano.
Gracias a una reconstrucción facial forense realizada a partir de los restos encontrados en la Basílica di San Nicola en Italia, la antropóloga Caroline Wilkinson de la Universidad de Manchester, recreó el rostro de San Nicolás. El resultado: un hombre con una nariz rota, probablemente producto de la violencia de la época, con ojos marrones, cabello canoso y tez olivácea, muy diferente a la imagen que tenemos en mente.
"Nos vemos obligados a perder cierto nivel de detalle... pero creemos que es la imagen más precisa que vamos a conseguir de él," explicó Wilkinson en un documental de la BBC.
De un hombre que desafió al Imperio Romano a un personaje festivo. El viaje de San Nicolás a Santa Claus es un recorrido por la historia y las creencias. A partir del siglo XII, se le empezó a asociar con la generosidad y los regalos, especialmente a los niños, gracias a relatos como el de las tres doncellas a las que salvó de una vida de pobreza. Sin embargo, la Reforma Protestante en el Norte de Europa lo desplazó.
La tradición se mantuvo en los Países Bajos con Sinterklaas, llegando a las colonias americanas. Ahí, durante el siglo XIX, poetas y escritores como Washington Irving y Clement Clarke Moore moldearon la imagen moderna: un hombre robusto, alegre, que viaja en un trineo tirado por renos desde el Polo Norte.
El caricaturista Thomas Nast consolidó la imagen icónica de Santa Claus, aunque con algunas diferencias con respecto a lo que hoy conocemos. La versión americana de Santa Claus luego regresó a Europa, adaptándose a diferentes culturas y nombres como Père Noël o Papá Noel.
Su historia, sin embargo, no ha estado exenta de controversias. En la Unión Soviética, Santa Claus tuvo un complejo pasado, llegando a ser sustituido temporalmente por Ded Moroz. Incluso en la actualidad, existen movimientos que buscan preservar tradiciones locales frente a la globalización de la imagen de Santa Claus.
La figura de Santa Claus, entonces, es mucho más que una simple leyenda navideña. Es un reflejo de la evolución de las creencias, las tradiciones y las culturas a lo largo de siglos, con una historia tan rica y compleja como la época festiva que representa.