El foco se centra en dos murales dedicados a Kendrick Lamar, el aclamado rapero de Compton. Uno, ubicado en la fachada de Tam’s Burgers, –el restaurante que apareció en su video musical "Not Like Us"— y pintado por el artista Mike Norice, sufrió actos de vandalismo. Según Norice, quien registró el incidente en video después de un juego de los Dodgers, este no es un hecho aislado.
Otro mural, creado por los artistas Sloe Motion y Gustavo Zermeño Jr. en un restaurante hondureño de la zona, ha sido atacado en repetidas ocasiones. En una publicación en Instagram, Sloe Motion comentó: “Fui uno de los artistas que pintó el mural, y el tipo que pintó el rostro de Kendrick solo lo empeoró.” Incluso compartieron un video de seguridad mostrando el acto vandálico, relatando su frustración ante la situación.
Curiosamente, la situación ha cobrado un giro inesperado. En su nuevo álbum, GNX, Kendrick Lamar incluye una canción titulada "Wacced Out Murals", que hace referencia directa al vandalismo sufrido por los murales. La canción, que inicia con la cautivadora voz de la cantante de mariachi Deyra Barrera, refleja la realidad de la cultura urbana californiana.
Barrera, en una entrevista con Billboard, habló sobre su participación en el álbum sorpresa de Lamar y su conexión con Norice: “El artista que hizo la pintura me habló. Se llama Mike Norice. … Kendrick hizo la canción 'Wacced Out Murals', la primera canción del álbum donde aparezco.” Barrera también menciona un próximo documental centrado en el mural y la experiencia compartida con Norice y el propio Lamar.
Estos sucesos plantean una reflexión sobre la fragilidad del arte público y su significado para la comunidad. Mientras el debate sobre el vandalismo continúa, la música de Lamar sirve como un eco de las dificultades y la resiliencia de Compton.