En este caso, la experiencia de un rodaje impactó a una de sus protagonistas de una forma bastante significativa.
Hablamos de Zendaya, la actriz de 28 años, quien recientemente ofreció detalles sobre su participación en la filmación de Dune: Parte Dos, en Jordania. La actriz reveló un incidente que la dejó postrada, en medio de las duras condiciones del desierto.
“Estábamos en Jordania. Hacía mucho calor, y recuerdo pensar: ‘Oh, Dios mío, los baños están tan lejos’, porque teníamos que caminar hasta las locaciones. Si tienes que ir al baño, necesitas al menos 10 minutos para quitarte el vestuario”, comentó Zendaya a la revista W. La incomodidad y el tiempo de cambio de vestuario la llevaron a tomar una decisión que, a la larga, tuvo consecuencias.
“Pensé: ‘Demonios, no quiero tomar mucha agua’. Tenía mucho miedo de orinarme o defecarme encima, honestamente, con el traje puesto en el set. Un día, no bebí lo suficiente y sufrí un golpe de calor. Me sentí con muchas náuseas. Recuerdo llamar a mi mamá desde el suelo del baño, diciendo: ‘Me siento terrible’. Ella dijo: ‘¿Bebiste agua hoy?’. Le dije que no. Creí que estaba siendo inteligente, pero no puedes hacer eso. Así que, lección aprendida.”
Este incidente, aunque preocupante, no fue aislado. Su compañero de reparto, Austin Butler, previamente había compartido con Entertainment Weekly la intensidad del calor en el set: “Hacía 110 grados y hacía muchísimo calor. Tenía la gorra calva puesta, y estaba entre dos estudios de sonido que eran como cajas grises de paredes de 200 pies y arena. Se convirtió en un microondas. Había gente desmayándose por insolación. Y eso fue solo mi primera semana.”
A pesar de las dificultades, Zendaya destaca el lado positivo: “Lo que fue genial es que había estado entrenando con los chicos en Challengers todos los días y estaba en la mejor forma en la que había estado en mucho tiempo”. Su preparación física para la película Challengers, donde interpretó a una tenista profesional, le brindó una base física que, aunque no la salvó completamente del golpe de calor, la ayudó a sobrellevar las extenuantes jornadas de rodaje. Incluso, bromeó sobre los beneficios estéticos del entrenamiento y el caminar por la arena: “Cuando caminaba por la arena todos los días, mi trasero se veía genial. ¡Así que eso funcionó!”
El entrenamiento para Challengers, sin embargo, no estuvo exento de retos. Zendaya admitió su frustración inicial al intentar aprender tenis para la película, descubriendo luego que no necesitaría golpear realmente la pelota. Su aprendizaje se centró en la coreografía y el trabajo con su doble, aunque confesó que Serena Williams descubrió la farsa: “Pensé que eso podría haber funcionado, pero no engañé a Serena Williams. Ella dijo: ‘Podía decir que no había pelotas reales. Pero lo hiciste bien…’”