El aire se llena de anticipación, no solo por la celebración, sino por la historia que la envuelve.
En el centro de todo esto se encuentra Ale Capetillo, quien se prepara para unir su vida con Nader Shoueiry. Un amor que ha trascendido rumores y especulaciones, un amor que ha sido bendecido por una familia unida.
Eduardo Capetillo, el orgulloso padre, ha roto el silencio. Lejos de las conjeturas que han circulado, ha compartido su sentir ante este acontecimiento crucial: “Nader es un amor de muchacho. Ellos tienen que vivir sus procesos, y si yo realmente los amo yo tengo que dejar que vivan sus procesos. Yo no puedo ser el papá metiche…”, expresó en una entrevista reciente con Ventaneando.
Su testimonio refleja no solo su felicidad, sino una filosofía de crianza basada en el respeto y la confianza. No se trata de una simple aprobación; es una celebración del amor de su hija y la aceptación incondicional de su futuro yerno. “Yo estoy cuando a mí me piden que esté. Si no, calladito me veo más bonito, porque ese es realmente el amor verdadero, cuando tú respetas. Ahora sí que vive y deja vivir…”, añadió.
Más allá de la boda, la familia Capetillo Gaytán se encuentra en un momento pleno. Eduardo destaca el comportamiento ejemplar de sus hijos mayores con sus hermanos menores, Manuel y Daniel. “Algo hemos hecho bien, no somos los padres perfectos, pero algo hemos hecho bien”, reflexiona con orgullo, observando la admirable relación entre sus hijos. Esta unión familiar se evidencia en la ayuda incondicional que sus hijos mayores brindan:
- Apoyo en el cuidado de los mellizos cuando Eduardo y Biby trabajan.
- Un rol de hermanos ejemplares, cuidando y apoyando a sus hermanos menores.