En días recientes, la familia real británica se ha visto afectada por un suceso ocurrido a miles de kilómetros de distancia, en Nueva Orleans. El nombre de Edward Pettifer, de 31 años, ha resonado en los medios, estableciendo una inesperada conexión con el Príncipe Guillermo y su historia personal.
Pettifer, desafortunadamente, se encontraba entre las 14 víctimas mortales del ataque terrorista perpetrado el día de Año Nuevo en el Barrio Francés. La noticia ha conmocionado a la familia real, generando una oleada de pésame y condolencias.
La razón de esta profunda tristeza radica en la figura de Tiggy Pettifer, madrastra de Edward y niñera de los príncipes Guillermo y Harry entre 1993 y 1999. Su rol en la infancia de los príncipes, especialmente durante el difícil período tras la muerte de la Princesa Diana, la convierte en una figura significativa en sus vidas.
En un comunicado, el Príncipe Guillermo y Catalina expresaron su consternación: “Catherine y yo hemos quedado impactados y entristecidos por la trágica muerte de Ed Pettifer. Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia Pettifer y todas aquellas personas inocentes que han sido trágicamente afectadas por este horrible ataque.”
La familia Pettifer también emitió un comunicado expresando su devastación: “Estamos desolados por la trágica muerte de Ed en Nueva Orleans. Era un hijo, hermano, nieto y amigo maravilloso para muchos. Lo echaremos terriblemente de menos”.
Detalles adicionales revelan que Edward Pettifer falleció a causa de "heridas contundentes" tras el atropello cometido por Shamsud-Din Jabbar, quien conducía una camioneta rentada por la calle Bourbon. Se sabe que el Rey Carlos ha contactado a la familia Pettifer para expresar sus condolencias. Además, Tiggy Pettifer tiene otros dos hijos: Tom, ahijado del Príncipe Guillermo y paje en su boda, y Fred, ahijado del Príncipe Harry. Curiosamente, Tiggy también fue nombrada madrina de Archie, el hijo de Harry y Meghan Markle.
El impacto de este suceso trasciende la esfera personal, tejiendo una compleja red de relaciones que unen a la familia real británica con una familia afectada por una tragedia en tierras lejanas.