Uno de los elementos más comentados es el juego "Mingle", presentado en el episodio 5. Este desafío, aparentemente sencillo, se transforma en una pesadilla para los participantes. La presión se intensifica con cada ronda, seis en total, en un ambiente de paranoia y desesperación. Más de 155 participantes pierden la vida, según el recuento de la serie, convirtiendo a "Mingle" en uno de los juegos más letales de la temporada.
Pero la crueldad de "Mingle" no se limita a la muerte física. La separación forzada del dúo madre-hijo, Geum-ja y Yong-sik, es un ejemplo de la tensión emocional que el juego genera. La imposibilidad de Yong-sik de proteger a su madre crea una de las escenas más desgarradoras, mostrando la fragilidad humana en medio del horror.
El escenario mismo es un componente clave. Una sala enorme con plataformas giratorias, inicialmente inofensivas, se convierte en una trampa mortal. Este diseño, con su estética colorida y aparentemente inofensiva, es una característica visual consistente de la serie, donde la apariencia engaña y esconde una realidad aterradora.
Y es aquí donde la música juega un papel fundamental. La canción infantil coreana "Round and Round" acompaña cada giro de la plataforma, cada momento de angustia. Su melodía alegre contrasta radicalmente con la desesperación de los jugadores, creando una dicotomía emocional que intensifica el impacto de las escenas. Su pegadiza letra, que invita a bailar en círculos, se convierte en un elemento irónico en el contexto del juego.
La serie utiliza una mezcla inteligente de composiciones clásicas —como la Sonata Claro de Luna de Beethoven, obras de Vivaldi y Puccini— junto con piezas originales del compositor Jung Jae-il, incluyendo "Round and Round". Esta cuidadosa selección musical eleva la narrativa, creando una atmósfera que va más allá de la simple ambientación.
El uso de "Round and Round" no es casual; es una herramienta narrativa que magnifica el horror, al mismo tiempo que introduce un elemento familiar, casi reconfortante, en medio de la violencia extrema. Este contraste es, sin duda, uno de los logros más notables de la segunda temporada.