Se trata de Cruz Beckham, el hijo menor de David y Victoria Beckham, quien a sus 19 años, se encuentra dando pasos firmes en su carrera musical. Su novia, Jackie Apostel, de 29 años, lo acompañaba en este día, un testimonio silencioso de su sólida relación. El gesto, espontáneo y lleno de cariño, refleja la complicidad entre ambos.
Pero la escena no se limitaba a besos y risas. Cruz decidió inmortalizar un homenaje a una leyenda musical: se tatuó en los hombros la frase “Just Like Starting Over”, de la canción homónima de John Lennon. La elección no es fortuita; el joven Beckham acaba de lanzar un adelanto de una canción propia con claras influencias de los Beatles, “For Ya Love”, publicada el día de Navidad.
Su incursión en la industria musical, sin embargo, no ha estado exenta de críticas. Algunas voces han sugerido que la fama de sus padres ha facilitado su camino. Ante estas acusaciones, Cruz respondió con una cita “Jesús también era un 'Nepo Baby', pero…” —un mensaje que rápidamente borró de sus redes sociales, evidenciando la controversia que rodea al joven artista.
Más allá del debate en redes, Cruz ha demostrado madurez en sus decisiones profesionales. Recientemente cambió de management, pasando de TaP, agencia que representa a artistas como Dua Lipa y Ellie Goulding, a C3, una empresa con sede en Los Ángeles y experiencia en trabajar con bandas como The Strokes. Esta decisión sugiere una búsqueda de un enfoque más independiente y acorde a su estilo musical.
Su vida personal también ha sido objeto de atención. Su relación con Jackie, una compositora brasileña-alemana, se ha consolidado a lo largo de los últimos meses. La pareja viajó juntos a Brasil para celebrar Año Nuevo, compartiendo imágenes en redes sociales —“entao 2025 vai ser bom ne?” (Entonces 2025 será bueno, ¿no?)— mostrando su complicidad. La aceptación de Jackie dentro del círculo familiar Beckham, a pesar de la diferencia de edad, parece absoluta, como se evidenció en su asistencia a la Semana de la Moda de París, donde apoyo a Victoria Beckham.
Los detalles, desde un beso antes de un tatuaje hasta una decisión profesional clave, pintan un retrato de un joven que, con sus aciertos y controversias, construye su propia historia, lejos de la sombra, aunque no ajeno a la herencia, de sus conocidos apellidos.