Es ahí, entre el bullicio y el ritmo frenético de las llegadas y salidas, donde una breve conversación entre un actor reconocido y los reporteros ha dado pie a un sinfín de especulaciones.
El protagonista de esta anécdota es Mauricio Ochmann, quien, rodeado del ajetreo del aeropuerto, ha compartido algunos detalles de su vida personal. La conversación, captada por Berenice Ortiz para su canal de YouTube, se centra en su noviazgo con Lorena González, a quien cariñosamente llama "Lolo".
La pregunta inevitable sobre el matrimonio ha surgido, y la respuesta de Mauricio ha sido tan espontánea como elocuente: “Híjole, qué prisa llevan…”, dijo entre risas. Continuó explicando que, por el momento, se encuentra inmerso en la felicidad de esta relación, priorizando “disfrutar mucho, pasarla muy bien, estar muy contentos y vivir el presente”.
Más allá de su actual romance, el tema de su expareja, Aislinn Derbez, también se ha colado en la conversación. Mauricio, con su habitual amabilidad, ha aclarado la situación: “La verdad es que continuamente andan pregunte y pregunte eso… Nos llevamos muy bien, la relación es muy cordial, especialmente por Kailani y profesionalmente nos respetamos. Ahí unimos fuerzas…”
El actor ha destacado la importancia del equilibrio entre su vida personal y profesional, y cómo ambos, él y Lorena, han logrado compatibilizar sus agendas. Un ejemplo de ello fue el viaje de Lolo a España para compartir tiempo con él durante un proyecto de trabajo. Además, ha descrito con ternura la relación entre Lolo y su hija Kailani: “Muy bien (se llevan), se quieren mucho…”
La discreción ha sido la constante en la relación de Mauricio y Lorena. Sin embargo, algunas pistas han salido a la luz. En una ocasión, Lorena reveló en el aeropuerto: “Nos conocimos por una amiga en común”. También mencionó, con una discreción admirable, la buena relación que mantiene con Kailani: “Es bien linda”.
Entre viajes, proyectos profesionales y una familia numerosa, la historia de Mauricio Ochmann y Lorena González se desarrolla con una naturalidad que contrasta con el frenesí mediático que los rodea. Un romance que, a juzgar por sus palabras, florece en la sencillez y la complicidad.