Sasha Sokol, recordada por su participación en el icónico grupo Timbiriche, ha compartido públicamente una experiencia profundamente conmovedora. Su testimonio, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, destaca el impacto emocional que ha soportado tras una batalla legal de gran trascendencia.
El caso, que actualmente se encuentra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, gira en torno a una denuncia por abuso sexual en su infancia cometida por el productor Luis de Llano. “Como ustedes saben, he ganado las dos primeras instancias y hace unos meses la primera sala de la Suprema Corte atrajo por unanimidad el caso. Esto quiere decir que, en muy poco tiempo, espero, ya quede resuelto este asunto, lo cual va a hacer que se cierre un precedente”, afirmó Sokol, resaltando la importancia de este avance legal.
Más allá del proceso legal, Sokol habla del profundo impacto del juicio social que ha enfrentado. “Ha sido durísimo, y hoy me doy cuenta que lo duro no fue cuando lo viví, o ahora que me doy cuenta de lo que viví, sino que de alguna manera todos estos años, décadas, he vivido con una cierta vergüenza porque, curiosamente, en todos estos años soy yo quien ha sido juzgada”, expresó la cantante, destacando la desigualdad en la percepción pública del caso.
Este proceso, según Sokol, no solo es crucial para su propia sanación, sino que podría sentar un precedente importante para otras víctimas: “Esto creo que es lo más importante porque va a permitir que otras personas que vivieron algo similar a lo mío se les valide su derecho a la verdad”. La artista espera que este caso contribuya a un cambio en la forma en que se abordan estos temas en la sociedad mexicana.
Finalmente, en medio de este complejo panorama personal, se ha cuestionado la participación de Sasha en el esperado reencuentro de Timbiriche, programado para finales de 2025. Si bien agradece el cariño de sus fans y el legado compartido, la cantante admite su incertidumbre: “No lo sé, me siento muy honrada de tener ese legado y de que la gente nos conozca de tanto tiempo y nos quiera, pero no sé muy bien si voy a estar. Sería muy lindo que pudiéramos estar los siete, pero todavía no sé si estoy en el lugar emocional para poder llevarlo a cabo”. Su presencia en el reencuentro, por lo tanto, permanece incierta.