Esta semana, Skai Jackson, la actriz conocida por sus papeles en Jessie y Bunk'd de Disney Channel, fue vista en Sherman Oaks, Los Ángeles, llevando a su perro Otis a una cita veterinaria. A sus 22 años, Skai lucía un look casual: una camiseta gris pálida que apenas ocultaba su avanzado embarazo, leggings grises a juego y cómodas botas Ugg marrones. Su cabello, trenzado en largas y oscuras hebras, caía sobre sus hombros, y unos discretos aretes dorados en forma de corazón y un collar dorado completaban su atuendo. En una mano llevaba los papeles de Otis, en la otra, un vaso azul brillante.
La imagen, aparentemente sencilla, esconde una historia más compleja. Su embarazo, anunciado en noviembre, ha estado lejos de ser un camino de rosas. El padre del bebé, Deondre Burgin, fue arrestado en Cincinnati, Ohio, a finales del año pasado, por una violación de libertad condicional juvenil. El incidente, reportado por TMZ, incluyó una breve persecución y una caída que le provocó un corte en la mejilla a Burgin antes de su arresto. Posteriormente, fue liberado tras recibir una citación por obstrucción a la justicia.
La situación se complicó aún más con la aparición de un supuesto mensaje en redes sociales, atribuido a Burgin, que generó una acalorada respuesta por parte de Skai y su madre, Kiya Cole. Ellas negaron la veracidad del mensaje, alegando que la cuenta de Burgin había sido hackeada. "Su página fue hackeada! Él nunca dijo esto. Fin de la historia," escribió Skai en respuesta a las especulaciones.
Pero la controversia no termina ahí. Meses antes de la noticia del embarazo, Skai fue arrestada bajo sospecha de agresión doméstica en Universal Studios CityWalk. Sin embargo, la Fiscalía del Distrito de Los Ángeles decidió no presentar cargos por falta de pruebas y la ausencia de cooperación por parte de la parte acusadora, su entonces novio. Un representante de Skai declaró entonces: "Skai está aliviada de que la investigación revelara que esto no fue más que un malentendido. Agradecemos que la Fiscalía haya determinado rápidamente que no deberían presentarse cargos de ningún tipo y Skai espera dejar esto atrás."
La historia de Skai Jackson, entre su carrera en Disney Channel, su tierna relación con Otis —un perro rescatado al que describió como “muy silencioso”— y los giros inesperados de su vida personal, nos recuerda que, incluso en medio de la tormenta mediática, la cotidianidad sigue su curso. La visita al veterinario, una constante en la vida de muchos dueños de mascotas, se convierte así en un reflejo de las complejidades de la vida misma.