En una respuesta contra la estrafalaria y sorpresiva demanda de Justin Baldoni en contra de Blake Lively por la cantidad de 400 millones de dólares por difamación y extorsión presentada este 16 de enero, debido a los incidentes ocurridos en el film 'It Ends With Us', la actriz ha decidido contraatacar.
"Esta última demanda de Justin Baldoni, Wayfarer Studios y sus asociados es otro capítulo en el manual del abusador", describe el equipo legal de la estrella. "Es una historia que se remonta a muchos años atrás: una mujer denuncia el acoso sexual y presenta pruebas concretas de represalias, y el abusador intenta darle la vuelta a la situación contra la víctima", continúa el comunicado. "Esto es lo que los expertos llaman DARVO (por sus siglas en ingles): negar, atacar, revertir la situación de la víctima y el agresor".
Retrocediendo con este drama, el actor y productor acusó a Lively, Ryan Reynolds, la publicista Leslie Sloane y a la firma de relaciones públicas de Sloane, Vision PR, Inc, por las calumnias, invasión de la privacidad por falsedades e incumplimiento del pacto implícito de buena fe y trato justo con ventaja económica. Su equipo legal asegura que este movimiento, debilita "la difusión de información groseramente editada, sin fundamento, nueva y manipulada a los medios de comunicación" - haciendo referencia al artículo del New York Times que "tergiversó la verdad de manera intencional y consciente y a favor de Blake".
Siguiendo con la extensa demanda, se remarca que "Wayfarer ha optado por utilizar los recursos de su cofundador multimillonario para emitir declaraciones a los medios de comunicación, iniciar demandas sin fundamento y amenazar con litigios para abrumar la capacidad del público de comprender que lo que están haciendo es una represalia contra las acusaciones de acoso sexual".
Los abogados creen que Baldoni está tratando de voltear la historia al afirmar que ella se apoderó del control, extorsionar y chantajear al elenco, alegando que Sony fue quién le encargó a Lively su distribución y marketing, dejándolo a un lado. Subrayan que "la estrategia de atacar a la mujer es desesperada, no refuta las pruebas de la denuncia de la Sra. Lively y fracasará”.