En un episodio reciente de Special Forces: World's Toughest Test, Brody Jenner, de 41 años, compartió aspectos íntimos de su relación con su padre, Caitlyn Jenner, de 75 años. Una relación que, según sus propias palabras, ha experimentado un giro significativo.
Durante su infancia, marcada por la ausencia de Caitlyn, quien se encontraba en pleno proceso de transición de género a partir de 2015, Brody admite haber sentido un vacío. "Recuerdo que mi madre, Linda Thompson, me contaba que de niño escribía cartas preguntando: '¿Por qué papá no me llama en mi cumpleaños?'", confesó. Esta fragilidad emocional se agravó al ver reflejada su historia familiar en la televisión, especialmente con la cobertura mediática de la transición de Caitlyn en el reality Keeping Up With The Kardashians.
"Sentía que era invasivo y no muy genuino," explicó Brody, describiendo cómo la filmación del reality afectó su relación con su padre. Sin embargo, la llegada de su hija, Honey Raye Jenner, nacida en julio de 2023, ha sido un catalizador en su perspectiva. La paternidad, según Brody, le ha proporcionado una nueva comprensión y empatía hacia las dificultades que atravesó su padre.
Un suceso reciente marcó un punto de inflexión: "Recientemente, recibí una disculpa sincera, la primera en mi vida. Fue un 'lo siento por no estar ahí', y honestamente, significó mucho", compartió Brody. Un representante de Caitlyn confirmó a People una relación positiva con Brody y su prometida, Tia Blanco, aunque declinó comentar sobre conversaciones privadas.
La experiencia de Brody, lejos de ser un relato de rencor, parece una reflexión sobre la complejidad de las relaciones familiares y el peso de las circunstancias. La llegada de su hija le ha brindado una nueva visión sobre la importancia de la presencia paterna, contrastándola con su propia experiencia y, a su vez, modificando su relación con Caitlyn.
Ahora, la narrativa se centra en su presente, en su rol como padre, y en cómo las cicatrices del pasado, aunque visibles, no definen su futuro.