En el ojo del huracán se encuentra la figura de Pepe Aguilar, el patriarca de la dinastía Aguilar, y su hija, Ángela Aguilar. Según analistas del espectáculo como Javier Ceriani y Mandy Fridmann, ambos tendrían un rol clave en la situación actual de Nodal. El rumor indica que las decisiones que ha tomado el cantante desde su matrimonio con Ángela, serían en realidad producto de una estrategia familiar orquestada por Pepe Aguilar.
“Hasta donde yo sé, todas las decisiones las estaría tomando Ángela y bajo la bendición de su papá Pepe,” comentó Fridmann en el canal de YouTube de Ceriani. La periodista sugiere que la familia Aguilar estaría utilizando a Nodal, pero al mismo tiempo, afectando su carrera. Se especula sobre una posible ruptura entre Nodal y su padre, quien también funge como su mánager, debido al control que este último ejerce sobre las finanzas y decisiones del cantante.
Fridmann expone una teoría intrigante: “es posible que en el futuro se deshaga de su padre… quien es en definitiva hoy quien le resguarda el dinero que tiene.” Esta hipótesis se alimenta de la información, según Ceriani, de que Ángela Aguilar demandó a su familia por cuestiones de herencia, lo que podría sentar un precedente para futuras acciones legales por parte de Nodal.
Para Ceriani, la raíz del problema se encuentra en la personalidad de Pepe Aguilar: “Yo pienso que Pepe Aguilar lo va a consumir, le va a pasar factura de alguna forma. Si se aleja de su padre, olvídate, Christian entra en un abismo descendente…” Se acusa a Pepe Aguilar de ser una figura que no tolera que otros eclipsen su brillo: “Dicen las malas lenguas que al señor Pepe Aguilar no le gusta que brillen más que él… Pepe es el mánager de su sobrina. ¿Y tú la ves brillar?”, cuestiona Fridmann, apuntando a la falta de proyección de Majo Aguilar como un ejemplo de este comportamiento.
La situación deja abierta la posibilidad de un conflicto familiar de grandes proporciones, con implicaciones significativas en la carrera de Christian Nodal y la imagen de la familia Aguilar. El futuro de ambos, por el momento, permanece incierto.