La noticia del fallecimiento del director David Lynch a la edad de 78 años, tras una larga batalla contra el enfisema, conmocionó al mundo. Pero hay más. Mucho más allá de la tristeza, queda el eco de un proyecto ambicioso, una última visión creativa que se quedó a medias. Según Ted Sarandos, co-CEO de Netflix, el maestro del surrealismo estaba trabajando en una serie limitada para la plataforma al momento de su partida.
Sarandos, en un emotivo mensaje en redes sociales, describió la propuesta de Lynch como "una producción llena de misterio y riesgos, pero que Netflix estaba emocionada de emprender con este genio". La pandemia de COVID-19, que obligó a Lynch a un aislamiento por su precario estado de salud, junto con otras complicaciones, impidieron que este proyecto viera la luz. "La última vez que hablé con David fue tan emocionante como la primera," escribió Sarandos, "Vino a mi casa con mi amiga y su musa, Laura Dern, y tuvimos una larga conversación increíble sobre proyectos, cine, vida, arte... y mis ventanas (le encantaban mis ventanas)."
La trayectoria de Lynch es legendaria: desde las nominaciones al Oscar por "El Hombre Elefante" y "Terciopelo Azul" hasta la revolución televisiva que significó "Twin Peaks", una serie que ganó dos premios Emmy. Después de la inquietante "Inland Empire" (2006), se concentró en cortometrajes y videos, regresando a una producción a gran escala con el regreso de "Twin Peaks" en 2017 para Showtime. Incluso en sus últimos años, se mantuvo activo, aunque su salud, según información de la revista People, lo limitaba considerablemente en los meses previos a su muerte. A pesar de que Netflix rechazó su proyecto animado "Snootworld", según una entrevista con Deadline, la plataforma demostró siempre un gran interés en su trabajo.
Queda la incógnita de qué habría sido de esta serie inconclusa para Netflix. ¿Sobrevivió alguna nota, algún esbozo de la visión de Lynch? El misterio persiste, un legado a la altura de su obra, un final tan abierto y enigmático como su propia vida.
Sarandos concluye su mensaje con una contundente afirmación: "David Lynch fue un genio sin complejos. No quería que entendieras su trabajo. Sabía que era imposible, y eso formaba parte de la experiencia."