Se habla mucho sobre Meghan Markle y el Príncipe Harry, quienes dejaron sus roles reales para buscar una nueva vida en esta exclusiva comunidad. Fuentes anónimas, citadas por Vanity Fair, describen una realidad distinta a la imagen pública de la pareja. Algunos residentes, sin conocerlos personalmente, se refieren a ellos como "el príncipe y la estrella", sugiriendo una percepción de distancia y falta de integración.
Las críticas se centran en el impacto de sus actividades comerciales en la zona. American Riviera Orchard, el último emprendimiento de Markle, se suma a la controversia. Un residente, en declaraciones a Vanity Fair, comentó: “Es un tipo de charlatanería, buscan la manera de monetizarlo todo.” Se cuestiona la autenticidad de su integración en la comunidad, contrastando con las declaraciones de algunos vecinos famosos que los defendieron en un principio. La actriz Sharon Stone, por ejemplo, declaró a Access Hollywood en 2020: “Lo genial de ellos es que no vinieron a vivir a costa de nuestra comunidad, sino a ser parte de ella.”
Sin embargo, la visión idílica de la integración comunitaria contrasta con los rumores sobre la vida social del Príncipe Harry. Una fuente que interactuó previamente con Markle en el ámbito profesional, reveló a Vanity Fair que Harry “no ha hecho muchos amigos”, más allá de su círculo familiar. Esta afirmación arroja luz sobre una posible discrepancia entre la imagen pública de la pareja y su realidad en Montecito.
A pesar de su ambiciosa carrera en los medios, con proyectos como la exitosa serie documental de Netflix, "Harry & Meghan", y otros emprendimientos, fuentes cercanas a la pareja mencionan que muchos de sus planes de producción nunca se concretaron. Un informante que trabajó en proyectos mediáticos con ellos, afirmó en Vanity Fair: “Creo que Harry no sabe lo que quiere porque creció en una pecera y no conoce la vida real. Probablemente quiere tranquilidad y poder hacer cosas cotidianas sin preocuparse por el dinero.”
La situación en Montecito refleja una compleja interacción entre la imagen pública cuidadosamente construida de la pareja y la percepción de sus vecinos, resaltando las tensiones entre la búsqueda de privacidad y el impacto inevitable de su fama.