Rodolfo Márquez, más conocido como Fofo Márquez, el influencer famoso por sus extravagantes actos, se encuentra actualmente en una situación compleja. Detenido en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tlalnepantla, enfrenta un proceso legal por un delito grave: feminicidio en grado de tentativa contra una mujer de la tercera edad. El incidente, ocurrido en un estacionamiento, ha generado un intenso debate nacional.
La audiencia inicial, programada para el 16 de enero, tuvo que ser pospuesta al 20 debido a la ausencia de sus abogados. A través de su cuenta de Instagram, “@mr.fofomqz”, Fofo Márquez pidió el apoyo de sus seguidores en el Penal de Barrientos. Esta solicitud, lejos de generar solidaridad, provocó una ola de críticas e incluso burlas en las redes sociales.
El día 16, Fofo Márquez permaneció solo, tras 30 minutos de espera infructuosa por sus representantes legales. Esta ausencia, que forzó el aplazamiento, se suma a otro giro inesperado: la salida del abogado Erik Rauda del caso. En un video de TikTok, “@erikrauda”, Rauda explicó su decisión alegando “diferencias estratégicas con la familia de Fofo Márquez”. Rauda proponía un amparo para llevar el caso al sistema federal y buscar una reclasificación del delito, una estrategia rechazada por la familia del influencer.
La decisión de rechazar el procedimiento abreviado en noviembre de 2024 agrava la situación legal de Fofo Márquez, quien de ser declarado culpable, enfrenta una posible pena de hasta 48 años de prisión. Un futuro contrastante al que había construido en el universo digital.
El caso, con sus implicaciones legales y mediáticas, seguirá generando debate en los próximos meses. Las acciones del influencer han puesto en evidencia la fragilidad del éxito virtual ante el peso de la justicia.