Recientemente, una publicación de Vanity Fair ha revelado detalles íntimos de la situación actual del Duque de Sussex. A sus 40 años, Harry habría confiado a un invitado en un evento de 2023 sus sentimientos sobre la brecha con su padre, el Rey Carlos, y su hermano, el Príncipe William. La fuente, que permanece anónima, describió la esperanza de Harry de una reconciliación como "muy genuina". Sin embargo, la falta de contacto tras la publicación de sus memorias, "Spare", ha generado una profunda tristeza en el príncipe.
Esta fuente anónima añadió una perspectiva interesante: "El poder de la palabra escrita, y el poder de la narrativa... no sé si él entendió la magnitud de eso mientras lo hacía". Esto sugiere que Harry quizás no percibió completamente el impacto de sus revelaciones en su relación familiar. La misma publicación apunta a que el príncipe aún no ha asimilado la gravedad del daño ocasionado por su libro.
La situación se complica al considerar el contexto. La salida de Harry y Meghan Markle de la vida real en 2020, seguida de la explosiva entrevista con Oprah Winfrey y el documental de Netflix "Harry & Meghan", ya habían generado una fractura significativa. "Spare" simplemente intensificó la crisis familiar.
La publicación también arroja luz sobre la vida de Harry y Meghan en Estados Unidos. Se menciona que Meghan ha jugado un papel importante en apoyar a su esposo en su adaptación a una nueva vida, incluso sugiriendo una especie de "re-parentalización" por parte de la actriz. Se dice que "ella hace todo lo posible para facilitarle la vida."
Mientras tanto, el Príncipe William estaría tomando decisiones cruciales para el futuro de la familia real, con el objetivo principal de mejorar su imagen pública. Una de las decisiones más relevantes parece ser declarar a los Sussex como personae non gratae, medida que también se aplicaría al Príncipe Andrés.
Los desafíos que enfrentan tanto Harry como la familia real son complejos y multifacéticos. La narrativa, lejos de concluir, continúa desarrollándose.