Pero detrás de cada éxito, hay decisiones, reflexiones y, a veces, la sensación de que pudo haber sido diferente. Ben Stiller, un nombre sinónimo de esa época dorada de la comedia, recientemente ofreció una entrevista donde reveló aspectos poco conocidos de su trayectoria. En conversaciones con The Hollywood Reporter y el podcast The Interview del New York Times, el actor, productor y director compartió sus experiencias, desde sus inicios en Saturday Night Live – donde solo duró cuatro episodios, según The Hollywood Reporter, por no sentirse cómodo con las presentaciones en vivo – hasta sus éxitos de taquilla como Loco por Mary, Zoolander y La Familia de mi Novia.
No todo fue fácil. Stiller recuerda una carta al LA Times que decía: “Dios mío, deja de poner a Ben Stiller en comedias”. Una crítica que, lejos de desanimarlo, reafirmó su pasión por el humor. “Estoy aquí, me encanta hacer lo que hago”, respondió. Su perseverancia lo llevó a protagonizar y dirigir películas que definieron un estilo específico de comedia en su época.
Sobre esa época de oro, Stiller comentó: “Puedes ver las comedias de los años 2000 y ver que tenían un tipo de cosa específica, un tono... Había muchas cosas geniales en esas comedias que no tenemos ahora”. Un periodo que, en retrospectiva, reconoce como una suerte invaluable. La experiencia, sin embargo, no estuvo exenta de dilemas.
El éxito de Una noche en el museo, con sus secuelas, fue impulsado por una conexión personal con el Museo de Historia Natural de Nueva York, un lugar de su infancia. “Si fuera un niño, me encantaría esto y sería divertido hacerlo”, recuerda. A pesar del gozo de trabajar con figuras como Robin Williams y Shawn Levy, admite que la franquicia no siempre se alineó con otras ambiciones creativas. La fórmula del éxito comercial, en ocasiones, se interpuso.
Su confesión es honesta y reflexiva: “Creo que nunca tuve la capacidad de superarlo. Muchos actores y cineastas tienen esa capacidad. La única parte que me molestaba era que me hubiese gustado hacer otro tipo de películas pero nunca me hice el tiempo para eso”. Un testimonio de las complejidades de equilibrar el éxito comercial con la búsqueda de nuevos horizontes creativos. A pesar de eso, su reciente trabajo en la serie Severance, muestra una evolución artística que transciende el género de la comedia y consolida su versatilidad.
A sus 59 años, la carrera de Ben Stiller refleja una trayectoria marcada por la intuición, la perseverancia y una capacidad de adaptación a un Hollywood en constante transformación. Su legado en el cine y la televisión va más allá de las comedias que lo catapultaron a la fama, mostrando una evolución y una búsqueda constante de nuevas expresiones artísticas.