Recientemente, Emiliano Aguilar, el hijo mayor del reconocido Pepe Aguilar, ofreció una entrevista en el podcast Supras, de Gusgri, donde abordó la tormenta mediática que ha envuelto a su familia. No se trata de una simple declaración, sino de un relato íntimo que desvela las tensiones internas y las diferentes perspectivas sobre la controvertida relación de su hermana, Ángela Aguilar, con Christian Nodal.
Emiliano, quien se ha forjado su propio camino en la música, admite la complejidad de crecer bajo la sombra de una dinastía musical. “Con tanta trayectoria, hay comentarios positivos y negativos, pero estoy enfocado en mi carrera”, afirma. Sin embargo, la entrevista se centra en los acontecimientos recientes, específicamente en las críticas que han recibido su padre y su hermana.
Él recuerda la controversia generada por un comentario pasado sobre la relación de Ángela y Nodal. “Dije ‘que se aguante’, pero no de mala onda. Lo dije desde mi experiencia con la polémica de ‘los chinos’, cuando me llamaron malagradecido”, aclara. Esta aclaración busca disipar las malas interpretaciones sobre sus intenciones.
Más allá de sus propias experiencias, Emiliano analiza la forma en que su padre ha manejado la situación, mostrando un punto de vista diferente: “Yo también tengo una hija… yo sería de otra manera”. Considera que la insistencia en hablar del tema solo alimenta la controversia. “Ya deja de decir cosas, deja que el problema se desvanezca. Le siguen tirando y el fuego sigue encendido”, explica, sugiriendo una estrategia de silencio como la mejor opción para calmar la tormenta mediática.
La entrevista revela un distanciamiento familiar, admitiendo que lleva dos años sin hablar directamente con su padre. “Mi papá no es una mala persona; está haciendo lo mejor que puede”, afirma con comprensión. Sin embargo, Emiliano no duda en señalar responsabilidades: “Aquí la que la cagó macizo fue mi hermana. Mi papá la cag* porque se metió”. Esta declaración, sin duda, generará más debate y especulación.
Finalmente, Emiliano confiesa una falta de cercanía con sus hermanos, incluso admitiendo la falta de contacto y la ausencia de su hija en sus vidas. “No es que no nos llevemos bien, los quiero, pero no coincidimos en muchas cosas”, concluye, dejando entrever una realidad familiar más compleja de lo que aparenta.