No como actor cualquiera, sino explorando la posibilidad de protagonizar una película biográfica. Este dato, revelado recientemente, nos lleva a una historia que involucra a la madre del músico, Mary Guibert, y una decisión crucial que cambió el curso del proyecto.
Todo comenzó en el 2000, cuando Brad Pitt, según Guibert, la invitó a su boda con Jennifer Aniston. Una invitación inesperada que dio pie a una conversación aún más sorprendente: la propuesta de Pitt para realizar una película biográfica de su hijo. “Si te llaman 20 personas, y Brad Pitt es una de ellas, ¿a quién vas a elegir ver?”, recuerda Guibert entre risas en una entrevista con Variety. Sin embargo, la idea no estuvo exenta de dudas.
“¿Vamos a teñir tu cabello, poner lentes de contacto marrones… y la voz de Jeff va a salir de tu boca?”, recuerda haberle preguntado Guibert a Pitt, expresando su escepticismo ante la posibilidad de que un actor, por muy talentoso que sea, pudiera capturar la esencia única del artista.
A pesar de que la idea de una película biográfica con Pitt como protagonista se descartó, la relación entre la madre de Buckley y el actor continuó. Pitt incluso apoyó el proyecto que finalmente se concretó: un documental titulado "It’s Never Over, Jeff Buckley". Su participación trascendió el simple apoyo, ya que colaboró en la digitalización de los archivos personales del músico, llegando a convertirse en productor del documental.
La directora del documental, Amy Berg (conocida por su trabajo en West of Memphis), compartió la perspectiva de Guibert. “Una vez que comencé a escuchar sus mensajes de voz, su reproductor DAP, demos y a leer sus diarios, simplemente no podía imaginarme que fuera algo más que un documental,” explicó Berg a Variety. La decisión de optar por un documental, en lugar de una película biográfica, permitió explorar la compleja personalidad de Buckley con mayor profundidad y respeto.
Este documental, además de celebrar la música de Buckley, también busca esclarecer detalles sobre su muerte, desmintiendo especulaciones sobre una posible sobredosis. Su legado, en palabras de Berg, trasciende el tiempo, evidenciado por su sorprendente popularidad en plataformas como TikTok, donde cuenta con más seguidores que Bob Dylan.
La historia, lejos de ser un simple relato de una película que no se hizo, muestra una colaboración inesperada que finalmente rindió frutos de una manera inesperada. El camino elegido para honrar la memoria de Jeff Buckley resulta, a final de cuentas, una decisión que respeta la singularidad y legado del artista.