Charlene de Mónaco: ¡De atleta a ícono! Su impactante cambio de imagen

Piensen en las presiones, las expectativas… un universo de detalles que moldean la apariencia de una figura pública.
Este año, la Princesa Charlene de Mónaco celebra su 47 cumpleaños, y con él, la culminación de una evolución estilística que ha cautivado a la prensa internacional. De su pasado como atleta olímpica, con un estilo sencillo y deportivo, a su actual imagen sofisticada e icónica, el cambio es notable. Recuerden sus apariciones en eventos como los Juegos Olímpicos de Invierno de Turín en 2006, junto al Príncipe Alberto II, donde lucía un look fresco y natural, muy diferente a la imagen que proyecta hoy.
Su boda en 2011 marcó un antes y un después. "Un maquillaje natural y un recogido sencillo" para la ceremonia civil, y un elegante moño con un broche floral de diamantes para la religiosa. Un sutil cambio que dio inicio a una metamorfosis completa.
Desde entonces, la Princesa ha explorado una amplia gama de estilos. Algunos memorables incluyen:
Un detalle que no pasa desapercibido: "Su afición por las gafas de sol es innegable, con una colección que abarca diferentes estilos y colores." Un accesorio que complementa su imagen cambiante a lo largo de los años, mostrando una personalidad versátil y en constante evolución.
Recientemente, después de un periodo con tonos rubios platinados y una breve incursión en el castaño, su cabello ha retomado un rubio más cálido y una longitud mayor, completando un ciclo de cambio y reinvención.