Pero la noche reservaba una sorpresa inesperada. Entre anécdotas de sus exitosas producciones, Hugh Jackman reveló un detalle curioso sobre la película Deadpool & Wolverine, protagonizada junto a su amigo Ryan Reynolds. Se refería a una escena específica, la secuencia de baile al inicio, con Deadpool interpretando Bye Bye Bye de NSYNC.
"Fue una película increíble, la hice con dos de mis amigos más cercanos, Ryan Reynolds y Shawn Levy, el director. Y, escuchen, todo fue perfecto… casi perfecto. Tuve una pequeña queja, perdón Ryan por mencionarlo," confesó Jackman ante la audiencia, con Reynolds presente entre el público.
Jackman, con buen humor, explicó que si bien no era necesario estar en cada plano, le pareció "raro" que él y Reynolds estuvieran juntos en casi toda la película, "excepto en la secuencia de baile". Ante esto, y aprovechando el escenario, decidió improvisar para el público lo que él llamó "el baile que se escapó".
La improvisación no fue cualquiera. Jackman, con una cuerda para saltar en mano, realizó una coreografía dinámica y enérgica, finalizando con una pequeña celebración al estilo Lobezno. La sorpresa no terminó ahí; Jackman invitó al escenario a Beth Lewis, su entrenadora, quien compartió el momento con un par de las famosas Rockettes del Radio City Music Hall.
La noche culminó con un emotivo agradecimiento a su público. Jackman, visiblemente conmovido, recordó su presentación en los premios Tony en ese mismo lugar hace 22 años, confesando que siempre había soñado con presentarse en el Radio City Music Hall. El actor continuará su gira "From New York, With Love" durante el resto del año.