El brillo de Hollywood a veces oculta sombras inesperadas, y en este caso, la luz se ha oscurecido para algunos personajes conocidos.
El foco ahora se centra en el Príncipe Harry, de 40 años, quien, según varios comentaristas reales, se encuentra aislado en Estados Unidos tras una serie de eventos que han generado una gran controversia. Su alejamiento de la familia real británica, concretamente, ha sido objeto de un intenso debate público tras la publicación de sus memorias, "Spare", y su serie de Netflix.
"Harry está en el exilio — él lo eligió," afirma el experto real Richard Fitzwilliams a Fox News. "Es solitario, y sin duda echará de menos a sus amigos y familiares. No hay ninguna señal de que la brecha en la familia real se vaya a cerrar. El Rey Carlos y el Príncipe y la Princesa de Gales tienen, por decirlo suavemente, otras prioridades."
Fitzwilliams añade otra capa a la situación: "Creo que Meghan [Markle] es, sin duda, la persona dominante en su relación. No dudo que él desea que hubieran logrado un acuerdo de participación parcial [con la familia real], especialmente porque sus vínculos militares significaban mucho para él."
Pero la situación no se limita a la relación con la familia real. La experta real y fotógrafa Helena Chard señala que el camino de regreso a la vida real es prácticamente inexistente después de las revelaciones del Príncipe en sus memorias: "Un Príncipe Harry seguro de sí mismo, autotitulado, enfadado, pensó que estaba completamente bien aniquilar verbalmente a su familia públicamente. Se dice que fue ingenuo y no se dio cuenta de que esto molestaría a su familia. No se dio cuenta de que sus acciones causarían tal conflicto con su familia y el público."
La situación se complica aún más con la publicación de un artículo de Vanity Fair a principios de enero. Este reportaje profundiza en los problemas empresariales de los Sussex, pintando un panorama desalentador de sus intentos por mantenerse relevantes tras abandonar la vida real en 2020. El artículo incluye declaraciones de antiguos colegas y asociados, algunos de los cuales critican duramente el comportamiento de Meghan Markle, llegando a describirla con términos como “villana local” o incluso comparándola con las protagonistas de “Chicas Malas”. Se mencionan incluso rumores de un posible libro sobre un divorcio post-Harry.
Entre las acusaciones, se habla de comportamiento de "matón" por parte de Markle, con testimonios anónimos que afirman estar "en terapia a largo plazo después de trabajar con Meghan". Otros la describen como una "adolescente de 'Chicas Malas'". Un colaborador resume su experiencia como "realmente, realmente, realmente horrible" y "muy dolorosa".
Ante este panorama, la comentarista real Kinsey Schofield describe a Markle como "herida y molesta", y "en un mal momento". Hasta el momento, la pareja no ha respondido a estas acusaciones.