Timothée Chalamet y la polémica broma sobre Jimmy Carter en SNL

Timothée Chalamet, conocido por sus papeles en películas como Call Me By Your Name y Wonka, interpretó a un peculiar instructor de bungee jumping llamado Nathaniel Latrine en un sketch de entrenamiento físico. El segmento, en general, recibió risas, pero un detalle en particular generó una ola de críticas.
En un punto del sketch, después de una serie de instrucciones extravagantes para imitar el vuelo y la natación, Chalamet, en su personaje, gritó: "¡Jimmy Carter!". Inmediatamente, los participantes del sketch, incluyendo a Heidi Gardner y Michael Longfellow, quedaron colgados inmóviles simulando la muerte. Esta acción, una aparente broma sobre el recientemente fallecido expresidente Jimmy Carter, no cayó bien con una parte significativa del público.
Las reacciones en redes sociales fueron inmediatas y diversas. Mientras algunos espectadores encontraron el chiste gracioso dentro del contexto del sketch, muchos otros lo calificaron como "falto de respeto" y "demasiado pronto", considerando la reciente muerte de Carter a los 100 años, ocurrida el 29 de diciembre. Comentarios como "Alguien se va al infierno por eso" y "Demasiado pronto" inundaron plataformas como YouTube y X.
La controversia no se limitó a las redes sociales. Algunos críticos señalaron que la broma era inapropiada, independientemente del contexto, mientras otros argumentaron que se trataba de humor negro dentro de un programa de comedia conocido por su sátira política. La familia Carter no ha emitido declaraciones al respecto.
Entre tanto, Chalamet continuó su noche presentando un monólogo en el que se burló de sus propias derrotas en las entregas de premios. Luego, el actor de 29 años asistió a la fiesta posterior al programa en The Pool, en la ciudad de Nueva York, acompañado de su novia, Kylie Jenner. El funeral del trigésimo noveno presidente de Estados Unidos contó con la presencia de figuras destacadas como el expresidente Trump y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
El incidente resalta la línea delgada entre el humor y la ofensa, especialmente cuando se trata de figuras públicas y eventos recientes. La recepción dividida evidencia la subjetividad de la comedia y la dificultad de predecir la reacción del público ante chistes sensibles.