En el centro de la controversia se encuentran Justin Baldoni y Blake Lively, dos figuras reconocidas por sus papeles en la pantalla grande. La magnitud del conflicto legal entre ellos es, cuanto menos, sorprendente. La cifra de $400 millones de dólares que Baldoni reclama a Lively y a su esposo, Ryan Reynolds, por difamación y extorsión, ha generado un intenso debate entre expertos legales.
Según varios abogados consultados, entre ellos Raiford Dalton Palmer, autor de "I Just Want This Drone", la cantidad demandada es un claro ejemplo de lo que se conoce como "ad damnum", una estrategia legal que busca, según Palmer, "maximizar el impacto mediático y presionar al otro lado". Esta cifra, cuatro veces superior al patrimonio combinado de Lively y Reynolds (estimado en $101.5 millones según Forbes), parece más un movimiento estratégico que una expectativa realista de ganancia.
Neama Rahmani, presidente de West Coast Trial Lawyers, coincide en que el objetivo principal de Baldoni es "limpiar su nombre y enviar un mensaje a Lively", más que obtener una compensación económica millonaria. Rahmani señala la pérdida del apoyo de WME y de un premio por "solidaridad femenina" para Baldoni como factores que podrían motivar esta agresiva acción legal.
Otros expertos, como Camron Dowlatshahi de MSD Lawyers, comparten la opinión de que se trata de una "jugada de relaciones públicas". Dowlatshahi destaca que la única forma en que Baldoni podría obtener la suma completa sería demostrar que "estaba a punto de ganar medio billón de dólares" antes de los supuestos actos de difamación y extorsión.
La abogada Nicole Page, socia de Reavis Page Jump LLP, refuerza esta idea al afirmar que "los demandantes a menudo reclaman daños exorbitantes, pero esto no significa que puedan probar los daños alegados". Page añade que la cantidad de $400 millones es una estrategia para "mostrar que Baldoni luchará hasta la muerte para defender su nombre".
Por otro lado, Lively también ha presentado una demanda contra Baldoni por acoso sexual, represalias, incumplimiento de contrato y otros cargos, por una cantidad aún no especificada. Las acusaciones incluyen comentarios inapropiados de Baldoni durante el rodaje de "It Ends With Us", la película que los unió y que ahora los enfrenta en los tribunales.
El abogado de Baldoni, Bryan Freedman, ha calificado las acusaciones de Lively como "vergonzosas y categóricamente falsas", argumentando que la demanda de Lively es un intento de reparar su imagen pública.
El juicio está programado para el 9 de marzo de 2026. El caso promete ser uno de los más mediáticos de los últimos años, con consecuencias aún inciertas para ambos actores.