La actriz británica Jane Seymour, a sus 73 años, deslumbró con un atuendo que combinaba una minifalda de cuero y botas altas, una actitud jovial y una sonrisa que irradiaba felicidad. A su lado, John Zambetti, de 78, su novio, completaba la escena con elegancia. Imágenes que hablan por sí solas de una conexión especial.
Pero la historia de Jane y John no es una simple historia de amor al atardecer. Fue en octubre del año pasado cuando Seymour, en una entrevista con Tamron Hall, reveló detalles sorprendentes sobre su inesperada relación. “Estaba muy, muy soltera. Una amiga me dijo: ‘Debes salir conmigo’, y yo respondí: ‘Mira, tengo 73 años, no creo que esté saliendo o haciendo algo. He terminado con los hombres, no va a pasar’”, confesó la actriz.
Sin embargo, el destino tenía otros planes. Un concierto del rapero Shwayze, amigo en común, actuó como catalizador. “Me dijo: ‘Tengo a alguien que quiero que conozcas’”, recordó Seymour. En ese concierto, conoció a John Zambetti. “Miré a John y dije: ‘Sí, deberíamos’”. Un encuentro que desencadenó una conversación que duró horas, seguida de una cena y, posteriormente, una relación.
El giro del destino se intensifica al descubrir un detalle peculiar: los hijos de Jane y John se conocían desde la infancia. “Su hijo, Shwayze, y mi hijo, Sean, eran amigos y solía ir a mi casa”, comentó Seymour. Un nexo invisible que unió a dos familias, y que ahora ha unido a sus padres en un romance que los ha sorprendido a ambos.
John Zambetti, un médico de emergencias y músico con una banda llamada The Malibooz, comparte la admiración por Jane. "Nuestros hijos nos juntaron, así que no tenemos que preocuparnos de que no aprueben con quién estamos. Tengo mucha suerte de estar con ella", declaró a la revista People en 2023. Incluso ha compuesto canciones para Seymour. “Creo que eso es lo que realmente me conquistó al final”, admite la actriz.
La coincidencia se extiende hasta sus hijos, ambos músicos de rock, con el mismo nombre: Johnny. Una conexión que refuerza la idea de un destino preescrito para esta pareja, que ahora disfruta de un capítulo nuevo, lleno de amor y felicidad.
La historia de Jane y John no solo es una prueba de que el amor puede florecer a cualquier edad, sino también un ejemplo de cómo a veces, las conexiones más inesperadas pueden conducir a la felicidad más profunda.