Entre guitarras eléctricas y aplausos resonantes, una sorpresa se robó el show, despertando la nostalgia en miles.
Lady Gaga, Billie Eilish, Red Hot Chili Peppers, Green Day, nombres que brillan en la industria musical, compartieron escenario con otros talentos como Jelly Roll, Gracie Abrams, Dave Matthews, John Mayer y Katy Perry. Pero fue la inesperada reunión de No Doubt la que encendió las redes sociales.
Anunciado solo una semana antes, el regreso de la banda de Anaheim, California, liderada por una Gwen Stefani de 55 años que parecía desafiar el paso del tiempo, fue un regalo para sus fans. Acompañada por Stephen Bradley, Tom Dumont, Adrian Young, Tony Kanal y Gabrial McNair, la banda interpretó un popurrí de éxitos inolvidables.
"Just a Girl," "Don't Speak," y "Spiderweb," tres clásicos de su álbum de 1995, "Tragic Kingdom," transportaron a la audiencia a la década de los 90. La química innegable entre los miembros, palpable incluso después de años de separaciones y proyectos individuales, fue la protagonista de una noche llena de emociones.
El regreso de No Doubt no es solo una reunión musical, sino un capítulo más en la historia de la banda. Fundada en 1986, No Doubt, con Gwen inicialmente como vocalista de apoyo, ha recorrido un largo camino. La trayectoria de la banda incluye el paso de Eric Stefani, hermano de Gwen y tecladista, quien abandonó la agrupación en 1994 antes del lanzamiento de "Tragic Kingdom". Desde entonces, han publicado seis álbumes de estudio, cinco compilaciones y tres álbumes de video.
En una entrevista con NME, Gwen habló sobre su regreso después de la pausa de 2015, atribuyéndola a un momento personal difícil: "La cosa de No Doubt fue una locura. No es que hayamos decidido no hacer nada, ni dejar de vernos o hablar, las vidas de todos simplemente sucedieron. Sabes, cuando paramos [en 2015] fue cuando estaba pasando por una horrible ruptura familiar—no me gusta decir la palabra divorcio, porque es una palabra tan desagradable. Pero mi vida explotó, realmente lo hizo."
Horas antes de la presentación, Gwen compartió en su historia de Instagram imágenes del backstage del Intuit Dome, mostrando una mirada íntima a los momentos previos al esperado reencuentro. La noche culminó dejando un sabor agridulce, la promesa de un futuro incierto para la banda, y el eco de una actuación legendaria resonando en los corazones de los asistentes.