Hablamos, por supuesto, de Molly-Mae Hague, la joven estrella de Love Island, quien recientemente experimentó un contraste interesante. Después de un lujoso viaje a St. Moritz, donde presumió su impresionante guardarropa de invierno en Instagram —mostrando desde abrigos de diseñador hasta botas de nieve— y compartió momentos en teleféricos con paisajes pintorescos, la realidad la alcanzó de golpe en su oficina de Cheshire.
El lunes pasado, mientras se dirigía a casa tras un día de trabajo en su oficina, sin maquillaje y con un conjunto deportivo negro, Molly-Mae recibió su primera multa de tráfico del año. La infracción, por estacionamiento indebido, le llegó en su lujoso vehículo G Wagon, valorado en £200,000. Un final poco glamuroso para un inicio de semana que la había llevado a las alturas de los Alpes suizos.
Este suceso llega en un momento peculiar de su vida. Su documental en Prime Video, Behind It All, ha generado mucha conversación. En él, se muestra vulnerable, hablando abiertamente sobre su separación de Tommy Fury, también de 25 años, con quien compartió cinco años de relación y una hija, Bambi. La serie incluyó momentos emotivos, como la declaración de Molly-Mae: “Simplemente creo que es extraño que alguien piense que es una estrategia publicitaria. Ojalá lo fuera, porque sería mucho más fácil; significaría que mi relación está bien, pero no lo está.”
La pareja, que se conoció en Love Island en 2019 y se comprometió en septiembre de 2023, se separó a principios de año, pero se reunieron para el segundo cumpleaños de Bambi. Tommy, por su parte, ha compartido imágenes del festejo en sus redes sociales, mostrando la decoración de la fiesta con temática de El Tigre que vino a tomar el té, el libro favorito de Bambi. Se mencionan también los problemas con el alcohol que Tommy ha enfrentado y que se mencionan como un factor en la ruptura.
Mientras tanto, la hermana de Molly-Mae, Zoe Rae, expresaba en el documental su deseo de que la pareja volviera a estar junta. "Todo lo que quiero en esta vida es estar con él y tener otro bebé para que podamos envejecer como una familia", decía.
La vida de Molly-Mae, una mezcla de glamour, éxito empresarial, maternidad y una ruptura mediática, sigue ofreciendo giros inesperados, desde cumbres nevadas hasta multas de tráfico.