En días pasados, Alejandra Capetillo, la influencer hija de la reconocida actriz Biby Gaytán y Eduardo Capetillo, compartió un momento especial vivido en un teatro mexicano. No se trataba de un simple encuentro, sino de una experiencia profundamente emotiva que trascendió las redes sociales.
Alejandra asistió a una función de la obra "Dos Locas de Remate", protagonizada por su propia madre. El video que publicó en Instagram muestra la ovación del público, un mar de aplausos que se centra en la actuación brillante de Biby Gaytán y su compañera, Dalilah Polanco. La emoción de Alejandra es palpable; no solo se la ve disfrutando de la actuación, sino también sintiendo un orgullo inmenso por los logros de su madre.
En sus palabras, "Érase una vez tu me venías a aplaudir en cada momento de mi vida, hasta que un día me tocó irte a aplaudir a ti, mamá," Alejandra resume conmovedoramente la inversión de roles y la profunda conexión entre madre e hija. Acompañando el video, escribió: "Qué bonito es ver a tu mamá brillar".
El video también capta un instante mágico: Biby Gaytán, visiblemente conmovida por la presencia de su hija, le lanza besos desde el escenario. Este gesto sencillo pero significativo resume la estrecha relación que comparten. La respuesta de Biby en los comentarios refuerza esta idea: "Mi vida, ¡te amo tanto! ¡Gracias por siempre estar! ¡Eres mi inspiración! ¡Me hiciste llorar!", escribió.
Este encuentro no solo celebra el éxito de Biby Gaytán en su regreso a los escenarios tras un tiempo dedicada a su familia, sino que también destaca el apoyo incondicional entre madre e hija, un vínculo que resuena profundamente con la audiencia.
El retorno de Biby Gaytán a la actuación tras años dedicados a la crianza de sus hijos es un ejemplo de equilibrio entre la maternidad y la pasión profesional. En entrevistas previas, Biby ha compartido cómo la maternidad le brindó la estabilidad necesaria para retomar su carrera con renovada fuerza, sin dejar nunca de cultivar su talento artístico. “Nunca dejé de cultivarme, nunca dejé mis clases de ballet, tomaba mis clases de canto, esa parte seguía ahí,” explicó en una entrevista.
La historia concluye con una imagen de unidad familiar, un testimonio silencioso del legado artístico y familiar que construyen las mujeres Capetillo-Gaytán, un legado que se comparte no solo en la sangre, sino en el brillo incomparable de cada una de ellas.