Drew Barrymore: 50 años de resiliencia y reinvención
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Yelitza EspinozaHablamos de Drew Barrymore, la actriz que a los siete años cautivó al mundo con su papel en E.T., el extraterrestre, bajo la dirección de Steven Spielberg. Esta actuación le valió una nominación al Globo de Oro como Mejor Actriz Revelación, un comienzo fulgurante que, sin embargo, no presagiaba la complejidad de su vida.
Su familia, con una sólida tradición en la actuación (su tío-abuelo fue el reconocido Lionel Barrymore), la catapultó a la fama temprana. Pero la presión y el entorno familiar la llevaron a un camino tortuoso. A los 13 años, entró en una clínica de rehabilitación por problemas con drogas y alcohol, incluso enfrentando dos intentos de suicidio. Su autobiografía, Little Girl Lost (1991), detalla esta dura etapa, revelando cómo comenzó a consumir alcohol a los nueve años, marihuana a los once y cocaína a los doce.
Pero la historia de Drew no es solo de oscuridad. A mediados de los 90, su resurrección fue notable. Películas como Batman Forever (1995), Scream (1996) y Todos dicen I love you (1996) la devolvieron al estrellato, consolidándola como una de las actrices más queridas de Hollywood. Su talento y carisma la volvieron a colocar en la cima.
Su espíritu emprendedor la llevó a fundar, en 1995, junto a Nancy Juvonen, la productora Flower Films. Este proyecto impulsó películas tan icónicas como Los Ángeles de Charlie (2000 y 2003) y la película de culto Donnie Darko (2000), demostrando su visión y talento más allá de la actuación.
Su vida personal, con relaciones y matrimonios complicados, encontró un nuevo equilibrio con el nacimiento de sus hijas, Olive (2012) y Frankie (2014). En 2020, decidió tomarse un descanso de la actuación para dedicarse a su familia y a un nuevo proyecto: El show de Drew Barrymore. A pesar de un inicio difícil, el programa se convirtió en un éxito, culminando en 2023 con un Premio MTV a la Mejor Presentadora. “No basta con ser conocido –comentó Elaine Bauer, ejecutiva de CBS–, se necesita cierta cercanía y calidez”, una cualidad que define a Barrymore.
Más allá de la televisión, ha lanzado su propia revista, Drew, con un enfoque optimista; y una línea de cosméticos y artículos para el hogar bajo la marca Flower. Una trayectoria multifacética que refleja su constante evolución y su capacidad para reinventarse.
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