'The Last Showgirl': El desaire de los Oscar a una conmovedora historia
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Hablamos de "The Last Showgirl", una película que, a pesar de las brillantes actuaciones de Pamela Anderson y Jamie Lee Curtis, y la dirección de Gia Coppola (nieta de Francis Ford Coppola y sobrina de Sofia Coppola), no logró ninguna estatuilla. Su omisión resulta sorprendente, considerando sus nominaciones previas en los Globos de Oro, el Screen Actors Guild y los BAFTA.
La trama se centra en el cierre inminente de "The Razzle-Dazzle", un icónico espectáculo de Las Vegas que ha sido el hogar de Shelly (Anderson) durante más de 30 años. Este cierre representa el fin de una era, no solo para el show, sino también para Shelly, quien ve su vida irremediablemente ligada a ese escenario.
Las jóvenes bailarinas, como Jodie (Kiernan Shipka) y Mary-Anne (Brenda Song), tienen dos semanas para buscar nuevos empleos. Pero para Shelly, interpretada por Anderson con una vulnerabilidad desgarradora, "The Razzle-Dazzle ha sido su vida". Su hija adulta, Hannah (Billie Lourd), lo ve solo como "un estúpido show de desnudos", una visión que contrasta con la profunda conexión emocional de Shelly con el espectáculo, viéndolo como una forma de arte que la conecta con el gran cabaret parisino y el teatro mismo.
La película explora temas profundos: el envejecimiento, los sueños rotos y las relaciones femeninas, tanto entre madres e hijas como entre colegas en el trabajo. Se observa cómo las mujeres más veteranas cuidan de las más jóvenes, hasta que ya no pueden hacerlo. Este es el caso de Shelly, quien, a pesar de su edad real (claramente mayor a los 36 o 42 años que intenta aparentar en una conmovedora audición), se aferra a su sueño.
Entre el elenco destaca la actuación de Dave Bautista como Eddie, el administrador del escenario y admirador de Shelly, quien aporta un toque de calidez y apoyo a la narrativa. Aunque la trama principal pueda parecer sencilla, la película explora las complejas decisiones que debe tomar una mujer enfrentando el ocaso de su carrera y la aceptación de su propia edad.
A pesar de su ausencia en la premiación de los Oscar, "The Last Showgirl" ofrece una mirada íntima y conmovedora a la vida de una mujer en la encrucijada de una larga carrera y los desafíos del envejecimiento en una industria tan exigente como la del espectáculo.