Blake Lively y Ryan Reynolds buscan orden de protección contra Justin Baldoni

En el centro de la controversia se encuentran Blake Lively y Ryan Reynolds, quienes, a través de su equipo legal liderado por Meryl Conant Governski, solicitaron una orden de protección en una corte federal de Manhattan. La razón: la preocupación de que Justin Baldoni, su contraparte en un litigio millonario, pueda filtrar mensajes privados de Lively con otras celebridades a la prensa.
Governski argumentó que existe un riesgo "significativo de daño irreparable" si conversaciones privadas con figuras públicas, sin relevancia para el caso, cayeran en las manos equivocadas. "Hay 100 millones de razones para que estas partes filtren información, porque el valor en relaciones públicas es mayor que el cumplimiento de las órdenes judiciales", afirmó la abogada durante una audiencia virtual.
La solicitud incluye la creación de una categoría "Solo para los ojos del abogado" para proteger la información sensible, incluyendo mensajes de texto y registros médicos de Lively. Esta medida busca blindar la información de la pareja ante Baldoni, quien según la representación de Lively, pretende gastar 100 millones de dólares en dañar su imagen y a su familia.
Por su parte, el abogado de Baldoni, Bryan Freedman, concedió que los registros médicos de Lively no deberían divulgarse y negó tener intención de violar las órdenes judiciales. Sin embargo, cuestionó el tratamiento diferenciado que la solicitud de orden de protección implica para "celebridades y personas poderosas de la industria". Freedman aseguró que su equipo ha "hecho todo lo posible por no mencionar a terceros por su nombre", argumentando que la orden de protección propuesta por Lively y Reynolds es excesiva e injusta.
El juez Lewis J. Liman no emitió un fallo inmediato, pero afirmó que la corte "es firme en la protección de los derechos del público". La decisión final está pendiente.
La demanda original, interpuesta por Lively en diciembre de 2024, acusa a Baldoni de acoso sexual durante el rodaje de "It Ends With Us". Baldoni, por su parte, contrademandó a Lively, Reynolds y su publicista por 400 millones de dólares, alegando difamación y extorsión. El caso, que incluye indirectas a Taylor Swift como parte involucrada, tiene programado su juicio para marzo de 2026. La audiencia sobre la orden de protección añade otro capítulo a esta compleja batalla legal.
Un vocero de Lively aclaró a Page Six que “todas las partes coinciden en que existe información sensible en este caso que debería protegerse de la divulgación pública; la orden propuesta por las partes de Wayfarer lo haría. La disputa se centra en si una categoría estrecha de información, que ya no es pública, debería ser accesible solo a los abogados en lugar de las partes. Ese tipo de disposición es estándar en casos civiles, incluso en litigios en los que Bryan Freedman actuó como abogado.”