Kanye West, el polémico rapero y magnate de la moda, acaba de llegar a un acuerdo con los ex empleados de su Donda Academy, resolviendo una demanda por despido injustificado y salarios impagos justo antes de que el caso llegara a juicio, según documentos obtenidos por PEOPLE.
El acuerdo se dio a conocer en los últimos días, apenas unas semanas antes de que la disputa legal entre West y los ex profesores de la escuela privada estuviera a punto de llegar a los tribunales. Esta demanda fue presentada en abril de 2023 por dos maestras, Cecilia Hailey y su hija Chekarey Byers, quienes fueron despedidas en marzo de ese mismo año, acusando a la escuela de diversas irregularidades, entre ellas, prácticas educativas y de seguridad inapropiadas.
Aunque los abogados de Kanye no han respondido a las solicitudes de comentarios, un acuerdo parece indicar que el artista y los ex empleados han llegado a una resolución fuera de los tribunales.
Hailey, con más de 25 años de experiencia como educadora, y su hija Chekarey Byers alegaron que se incumplió varios requisitos del Departamento de Educación, entre ellos, la falta de seguridad adecuada y la carencia de personal esencial como enfermeras y conserjes en el campus. Además, denunciaron que la escuela no seguía las directrices nutricionales adecuadas para las comidas.
"La escuela era un caos", afirmó Hailey en su denuncia. "Había múltiples violaciones de salud y seguridad, y prácticas educativas ilegales que no podían ignorarse". Según su relato, ella había intentado sin éxito hacerle saber a la directora de la escuela, Moira Love, sobre estas irregularidades en al menos tres ocasiones antes de su despido.
La denuncia también alega que tanto Hailey como Byers fueron víctimas de discriminación racial, ya que ambas eran las únicas empleadas negras de la escuela. Además, aseguraron que sus salarios fueron retenidos ilegalmente y que se les pagó incorrectamente en varias ocasiones.
Entre las reglas estrictas que la Donda Academy impuso a sus estudiantes, según la demanda, estaban prohibiciones sobre la ropa (los estudiantes solo podían usar negro de pies a cabeza) y la prohibición de utensilios en las comidas, lo que obligaba a los alumnos a comer en el suelo.
Además, se reportó que no se permitían sillas en las clases, y los estudiantes debían sentarse en cojines de espuma o permanecer de pie durante las lecciones. Los maestros también estaban obligados a estar de pie o usar taburetes, lo que hacía que el ambiente escolar fuera aún más incómodo.
Mientras tanto, los ex profesores buscan compensación por los salarios no pagados y daños emocionales, con una solicitud inicial de más de un millón de dólares en daños.
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Jose Alberto Jimenez Serrano
el 08/03/2025 07:26 AM.
