Megan Fox y su pasión secreta: el arte de la coctelería como expresión de su verdadero yo

Una búsqueda de autenticidad en la simplicidad.
Para Megan Fox, ese refugio se encuentra tras la barra, entre el tintineo de vasos y el aroma embriagador de los ingredientes. No se trata solo de mezclar bebidas; es una exploración profunda, una forma de expresión que trasciende su carrera cinematográfica.
Su coctel estrella, el "Unwell Margarita", es un ejemplo perfecto. Una creación que combina la tradición con la innovación: “Mezclo dos onzas de tequila Patrón Reposado con Unwell Hydration, un toque de club soda para darle burbujas, y lo adorno con rodajas de kiwi y piña fresca”, describe Megan, revelando una receta tan sencilla como significativa.
Pero la fórmula va más allá de los ingredientes. Para Megan, la preparación es una experiencia multisensorial: el tacto de los hielos, el aroma de las frutas, el equilibrio perfecto de sabores. Un proceso que le permite conectar con su interior, practicando mindfulness en cada paso.
Más allá de la destreza técnica, que ha pulido con constante práctica, cada cóctel se convierte en una forma de autoexpresión. Una narrativa donde cada ingrediente cuenta una historia, una etapa de su vida. Es una forma de conectar con los demás, compartiendo momentos y alegrías a través de una bebida.
Es un acto de empoderamiento, una demostración de capacidad y versatilidad. La mixología se convierte en un reflejo de su constante búsqueda de propósito, de la satisfacción que encuentra en la exploración de nuevas áreas, en la conexión con la simplicidad de una tarea bien hecha, un contraste fascinante con la complejidad del mundo del espectáculo.
Ingredientes: