Pamela Anderson, icono sin maquillaje, inspira debate en Nueva York

Entre las galardonadas, una figura que brilló con luz propia: Pamela Anderson. La icónica actriz de Baywatch, a sus 57 años, recibió el reconocimiento como pionera en la industria, un premio que compartió con Marissa Bode (estrella de Wicked) y Amy Entelis (de CNN Worldwide). Este honor llega tras su nominación al Globo de Oro por su papel en The Last Showgirl de Sofia Coppola, un hito en su carrera que la ha colocado nuevamente en el centro de atención.
Anderson, elegante con un conjunto marrón y sandalias negras, acaparó miradas no solo por su impecable estilo, sino también por su rostro al natural. Dos años después de anunciar su decisión de dejar el maquillaje, la actriz demostró con orgullo su belleza sin artificios. Su decisión, que inicialmente calificó como "un experimento" en una entrevista con Entertainment Tonight, se ha convertido en una declaración personal.
Sin embargo, su decisión no ha pasado desapercibida. Una fuente cercana a RadarOnline ha señalado que la actriz Calista Flockhart, esposa de Harrison Ford, ha sido acusada de imitar el estilo "sin maquillaje" de Anderson, generando rumores sobre una posible "competencia" entre ambas estrellas. "Esta es una copia descarada de lo que Pammy ha estado haciendo," declaró la fuente, agregando que Flockhart "está montando los faldones de Pamela Anderson" para acaparar titulares.
Mientras tanto, Flockhart, quien actualmente protagoniza la obra Curse of the Starving Class en Nueva York, se ha sincerado sobre su experiencia en la Gran Manzana en una entrevista con Vogue, describiendo su vida en la ciudad como "nostálgica" y enfatizando su disfrute de la cultura neoyorquina. La fuente de RadarOnline, por otro lado, señala que Flockhart se encuentra "floreciendo" durante su estadía en Nueva York, disfrutando de una independencia lejos de las responsabilidades de ser "la señora Ford".
La coincidencia de ambas actrices en Nueva York, ambas sin maquillaje en apariciones públicas recientes, ha generado un interesante debate sobre la influencia y la imitación en el mundo del espectáculo. La decisión de Anderson de abrazar su belleza natural, sin duda, ha inspirado y generado conversaciones sobre autoaceptación y la presión estética en la industria del cine.