Tres años sin Debanhi: Justicia inconclusa en Nuevo León

Una atmósfera cargada de sentimientos encontrados envolvió a los asistentes, un silencioso recordatorio de una tragedia que sacudió al país.
La misa en honor a Debanhi Escobar Bazaldúa, a tres años de su feminicidio, se llevó a cabo en la Parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos. Allí, sus padres, Mario Escobar y su madre, se congregaron con familiares y amigos, en un acto de fe y reivindicación de la memoria de la joven de 18 años, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en una cisterna del Motel Nueva Castilla, en Escobedo.
La presencia de Mario Escobar fue especialmente significativa. Con un tono de voz cargado de frustración, pero firme en su propósito, denunció públicamente la falta de avances en la investigación, atribuyéndola a la presunta corrupción al interior de las instituciones. "Muchas autoridades corruptas hicieron mal su trabajo, hay que recordar nombres como Rodolfo Salinas, como Gustavo Adolfo Guerrero, Griselda Núñez y como muchos personajes que estuvieron en esta investigación. Por eso nos fuimos a la FGR, porque no teníamos garantía con esas personas corruptas, que sigo diciendo hay mucha gente buena, pero con las que nos topamos no sirven para nada," afirmó con convicción.
La familia Escobar también hizo hincapié en la falta de validez de pruebas aportadas por testigos. Según Mario, "La gente está amenazada, gente que a lo mejor está escondiendo algo, gente corrupta, sabemos que todavía hay gente buena, pero también hay gente corrupta adentro de las Fiscalías. Teniendo elementos, documentos validados y no los quieran validar, eso es lo que ha atorado la investigación". Esta situación refleja la complejidad y la frustración que enfrentan las familias de víctimas de feminicidio en su búsqueda de justicia.
Mientras tanto, la madre de Debanhi planea reunirse en las próximas semanas con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para dar seguimiento al caso y exigir una respuesta efectiva a la impunidad que parece envolver el feminicidio de su hija. La lucha por la justicia continúa, y la memoria de Debanhi permanece como un símbolo de la lucha contra la violencia de género en México.