Barry Keoghan revela su lucha contra la adicción

El actor Barry Keoghan, reconocido por sus papeles en películas como "Dunkirk" y "Saltburn", ha revelado detalles impactantes sobre su vida personal en una entrevista con Authentic Hollywood. A sus 32 años, Keoghan compartió una verdad que muchos actores esconden: su lucha contra la adicción.
“No estoy en negación ya. Entiendo que tengo una adicción, y soy un adicto”, confesó el actor, quien perdió a su madre a los 12 años debido al consumo de heroína. Esta pérdida familiar marcó profundamente su vida, un trauma que se agravó con la muerte de su padre por problemas “similares”, según sus propias palabras. A este dolor se suma la pérdida de dos tíos y un primo por las mismas causas. “Eso debería ser suficiente para decir: ‘OK, si me meto aquí, estoy jodido.’ Pero la curiosidad es algo poderoso”, reflexiona Keoghan.
La presión de Hollywood, el frenético ritmo de vida y la constante exposición a un entorno donde el consumo de sustancias es parte de la “escena”, se convirtieron en un factor determinante para su adicción. “Vas a Los Ángeles, vas a Hollywood… hay una enorme cantidad de presión, y un estilo de vida diferente que es bueno y malo para ti. Estás rodeado de la escena. Simplemente resulta que eres tú el que termina haciéndolo”, explicó.
Keoghan, incluso tras la llegada de su hijo Brando en 2022, no pudo superar por completo la tentación. “Incluso la llegada de mi hijo a este mundo no me impidió ser curioso”, admitió con cruda honestidad. El actor, durante la entrevista, mostró las cicatrices en sus brazos como evidencia tangible de sus años de lucha. “Tengo cicatrices aquí para demostrarlo literalmente. Son el resultado del consumo”, declaró.
A pesar de la gravedad de su confesión, Keoghan transmite una sensación de paz y aceptación. “Estoy aceptando. Estoy presente. Estoy contento. Soy padre. Estoy empezando a ver esa neblina que alguna vez estuvo ahí – ahora es un poco más nítida, y colorida”, afirmó. También expresa arrepentimiento por el daño causado: “Siento que he llegado. Me disculpo, también, principalmente conmigo mismo más que con nadie, por todo el dolor que he causado a la gente y a mí mismo”.