Lucía Méndez supera neumonía por COVID-19

Recientemente, la salud de Lucía Méndez, una de las figuras más emblemáticas de la escena artística mexicana, captó la atención de todos. El pasado 6 de abril, la cantante y actriz fue ingresada a un hospital tras presentar complicaciones de salud que inicialmente se atribuyeron a una simple alergia.
Sin embargo, la situación se agravó rápidamente. El diagnóstico final fue neumonitis, una inflamación pulmonar consecuencia de una infección por COVID-19. Según el Dr. Jesús Enrique Barrios, su estado de salud era delicado, requiriendo oxígenoterapia constante. Aunque circularon rumores sobre su ingreso a terapia intensiva, la propia Lucía desmintió estas especulaciones, reconociendo la seriedad de su condición, pero aclarando la información errónea.
Su publicista, Alberto Gómez Sotelo, anunció la suspensión de sus actividades profesionales mientras se recuperaba. En una entrevista posterior para ‘De primera mano’, Lucía relató su experiencia: “Alguien me pegó el COVID, me salió como a los tres días. Una noche me sentía muy mal. Me dolía todo y dije que me iba al hospital,” describiendo la velocidad con la que su salud se deterioró.
La artista confesó que “vi la muerte cerca”, un momento que la llevó a una profunda reflexión sobre la fragilidad de la vida y la importancia de las relaciones humanas y la filantropía. Esta experiencia cercana a la muerte la impulsó a repriorizar su apoyo a causas sociales y a valorar aún más el cariño de sus seres queridos.
Su recuperación fue gradual. Para alegría de sus millones de seguidores, Lucía Méndez recibió el alta médica y pudo participar en el festival Tecate Emblema 2025, compartiendo escenario con María José y recibiendo una calurosa ovación del público. Este momento marcó un punto de inflexión en su proceso de recuperación.
Para el 28 de mayo, tenía programada una cita con su neumólogo para un chequeo final, con el objetivo de retomar sus actividades profesionales sin contratiempos. Su agradecimiento a familiares, amigos y fans por el apoyo durante su convalecencia fue profundo y emotivo. Una experiencia que, sin duda, ha dejado una huella indeleble en su vida, tanto personal como profesional.