Jennifer Garner habla con humor y honestidad sobre el bótox

La actriz de 53 años, conocida por sus papeles en Alias y 13 Going on 30, recientemente compartió con la revista Harper’s Bazaar sus reflexiones sobre el paso del tiempo y los tratamientos estéticos. Su perspectiva, lejos de los discursos vacíos, es sorprendentemente honesta y cercana.
Jennifer Garner reveló que, en lo que respecta a inyectables, su enfoque es cauteloso: “Encuentren a alguien fantástico y procedan con precaución,” aconsejó. Y confesó que el bótox no ha sido su mejor aliado: “No funciona muy bien para mí; por eso uso mucho flequillo. Me gusta poder mover mi frente, es una parte importante de mi cara. Tengo, como, una frente de cinco cabezas.” Una confesión que humaniza a la estrella, mostrándola con humor y naturalidad.
Más allá de los retoques, Garner atribuye su buen aspecto a la protección solar diaria desde su juventud, un hábito que recomienda fervientemente a sus seguidoras. Sobre la cirugía estética, admite haber consultado a médicos, pero siempre ha recibido la misma respuesta: "No lo necesitas todavía".
La actriz, madre de tres hijos (Violet, de 19 años; Seraphina, de 16; y Samuel, de 13), destacó la importancia del ejercicio, especialmente entrenando junto a personas más jóvenes, lo que la mantiene activa y con energía. Sin embargo, enfatizó: “Quiero envejecer. Quiero vivir hasta los 100 años. No espero verme a los 100 como me veo hoy. Quiero llevar cada una de esas cien primaveras y sentirme genial con ellas.”
En declaraciones anteriores, Garner había instado a las mujeres jóvenes a ser prudentes con los procedimientos estéticos: “Mi consejo es mirarse menos al espejo y ser cautelosas al inyectar cualquier cosa en la cara.” Un mensaje de autoaceptación y madurez que resuena con fuerza en una industria obsesionada con la eterna juventud.